PREPAREMOS EL
PRÓXIMO DÍA DEL SEÑOR
3 de junio de 2012
Santísima Trinidad
Lecturas de
hoy:
Deuteronomio 4, 32-34. 39-40 / Salmo 32, 4-6 y 9. 18-20. 22 ¡Feliz el pueblo que el Señor se eligió como herencia! / Romanos 8, 14-17
EVANGELIO
+ Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 28,
16-20
Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde
Jesús los había citado. Al verlo, se postraron delante de él; sin embargo,
algunos todavía dudaron.
Acercándose, Jesús les dijo: «Yo he recibido todo poder en
el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis
discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré
siempre con ustedes hasta el fin del mundo.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
Mateo presenta en su evangelio a Jesús como “nuevo
Moisés”, quien, así como el anterior desde las alturas del Sinaí reveló los
Mandamientos (cf. Ex 19 y 20), promulga la Ley
Nueva desde una montaña (Mt 5); también sube para manifestarse y ser manifestado
como « Hijo muy querido » por
Dios en la
Transfiguración (Mt 17). La plena revelación, posterior al triunfo
definitivo sobre la muerte es «Yo he
recibido todo poder en el cielo y en la tierra. ». Con ese poder los envía
y nos envía para hacer que todos los pueblos sean sus discípulos haciendo vida
su Palabra « Así serás feliz, tú y tus
hijos después de ti, y vivirás mucho tiempo en la tierra que el Señor, tu Dios,
te da para siempre » (1L).
Junto con eso nos revela que la entrada a su
Iglesia, el bautismo, se debe realizar en el Nombre de Dios Padre, Hijo y
Espíritu Santo, con lo que entreabre a nuestra conciencia el misterio
insondable del Dios Uno y Trino: nuestro Dios es comunidad, familia, unidad en
el amor y de esa familia estamos llamados a formar parte, por su misericordia: « El mismo Espíritu se une a nuestro
espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos,
también somos herederos, herederos de Dios y coherederos de Cristo » (1L).
« Pregúntale al tiempo pasado, a los días que te han precedido desde que el
Señor creó al hombre sobre la tierra, si de un extremo al otro del cielo
sucedió alguna vez algo tan admirable o se oyó una cosa semejante.» (1L). « Señor, que tu amor descienda sobre nosotros, conforme a la esperanza que
tenemos en ti. » (Sal).
Padre, danos la fe necesaria para creer en los misterios que
vislumbramos; Señor Jesús, aumenta nuestra esperanza en los bienes que nos
ofreces; Espíritu divino, llénanos del amor necesario para hacer carne las
enseñanzas recibidas. Que así sea.
Paz, Amor y
Alegría unidos al Dios Comunidad,
Miguel.