Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

domingo, 30 de enero de 2011

Invitados a ser portadores de la bondad, ternura y cercanía de Dios

En este 4° Domingo durante el año, celebramos la Eucaristía presidida por el padre Julián.
En su homilía nos dijo que los textos proclamados hoy son lo que Jesús quiere que sus discípulos pongamos en práctica en la sociedad que nos toca vivir.
Nos recordó que en el Evangelio (Mateo 5, 1-12) el Señor comienza invitando a ser felices y trabajar por los demás en este mundo que tanto necesita de los dones de Dios. Ante esa tremenda labor, nos viene bien la segunda lectura (1ª. Corintios 1, 26-31) cuando dice: “Dios eligió lo que el mundo tiene por necio, para confundir a los sabios; lo que el mundo tiene por débil, para confundir a los fuertes”, porque así trabaja Él: cuando nos sintamos abrumados por la misión que nos toca, debemos recordar que no buscar súper-nada; busca personas como Ud. Y yo.
Nos contó que el jueves pasado en la Eucaristía de bienvenida a la Zona Sur del nuevo Arzobispo de Santiago, Monseñor Ricardo Ezzati, el Pastor dijo que lo que el mundo necesita hoy no son tantas palabras, ideologías ni razonamientos, sino personas que sepan encarnar la bondad y cercanía de Dios. Nos preguntó, entonces: ¿Quiénes son los encargados de hacer a Dios cercano? Y reafirmó cuando respondimos “Nosotros”, indicando que no es un encargo tan complicado, sólo debemos ser portadores de la bondad, ternura y cercanía de Dios con nosotros.
Enseñó que es muy sintomático que en todo el Evangelio Jesús nombró sólo una vez los mandamientos, porque le parecían obvios: un piso mínimo para que el mundo no sea un infierno. El mensaje para sus seguidores va más allá: son las Bienaventuranzas, en que 8 veces nos llama felices, porque sabe que viviéndolas lo lograremos.
Enfatizó: los Mandamientos son para todos; nuestro distintivo cristiano, nuestro encargo en el mundo de hoy es vivir la misericordia de Dios que se manifiesta en las Bienaventuranzas.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

jueves, 27 de enero de 2011

Preparemos el Próximo Día del Señor

Cuarto Domingo Durante el Año
30 de enero de 2011
Ciclo A

Evangelio Mt 5, 1-12a
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él. Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo: «Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia. Felices los afligidos, porque serán consolados. Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.  Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios. Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.  Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo.»
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

También se proclamarán los siguientes textos:
Primera Lectura Sofonías 2, 3; 3, 12-13
Salmo 145, 6c-7. 8abc y 9a. 9b y 8d-10 (R.: Mt 5, 3) R. Felices los que tienen alma de pobres
Segunda Lectura I Corintios 1, 26-31  
(Dibujo: Cerezo Barredo)

domingo, 23 de enero de 2011

Para que el mundo crea en su Reino


Este 3er Domingo durante el año, nuestra liturgia la presidió el ministro Miguel.
Al momento de comentar el Evangelio (Mateo 4,12-23) preguntó lo que había tocado el corazón de los textos proclamados.
Una hermana sintió que se le aclaraba la relación con el Bautista, al entender que la misión de Jesús comenzaba después de que él sufriera su ejecución; otra entiende que el Señor quiere que no esperemos que sean otros los que realicen las diferentes labores, sino estar disponibles también para los distintos servicios de la Iglesia; también se destaca la disponibilidad de los discípulos para seguir inmediatamente el llamado del Señor; un hermano hizo la unión entre el Evangelio y la primera lectura (Isaías 8, 23. 9,1-3), diciendo que la luz revelada es la misma Buena Noticia, el Señor mismo; otra hermana nos invitó a preguntarnos qué hacemos personalmente para que el Reino se haga realidad.
Después de eso, el ministro planteó que el centro del evangelio y de la vida de Jesús es el anuncio del Reino, recordando algunas parábolas que usó el Señor para ayudar a comprender su realidad, diciendo que su favorita es la de la semilla que trabaja silenciosamente bajo la tierra para llegar a florecer de una manera grande, debido a que cuando trabajamos por el Reino muchas veces podemos llegar a sentir la desazón de no ver resultados pronto, pero la semilla de la Palabra va germinando de una manera secreta y misteriosa y sin saber cómo ni cuándo, dará brotes en el corazón de las personas y nada que podamos hacer acelerará ese proceso natural.
A continuación se refirió a la segunda lectura (I Corintios 1, 10-13.17), especialmente en lo que se refiere a la controversia entre los que preferían a un Apóstol sobre otro, preguntándose si acaso “Cristo estaba dividido”. Entonces, nos dijo que muchos vamos detrás de los servidores del Señor, olvidando que es a Él a quien hay que seguir, sin importar el nombre o el cargo de la persona que lo represente en un momento dado, ya que Él es el Reino que ha llegado y al que debemos convertirnos para acogerlo. Concluyó invitándonos a que como un gesto concreto de conversión y para manifestar la unión que el Apóstol nos pide, nos hagamos el hábito de sólo hablar bien de los demás y si no teníamos nada bueno que decir, preferir el silencio. Eso nos diferenciará de cualquier otra institución humana y nos ayudará a “ser uno”, requisito necesario, dice el Señor, “para que el mundo crea” en Él.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

jueves, 20 de enero de 2011

Preparemos el Próximo Día del Señor

Tercer Domingo Durante el Año
23 de enero de 2011
Ciclo A

Aclamación al Evangelio
Aleluya.  Jesús comenzó a proclamar: «Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca.» Aleluya.

Evangelio Mt 4, 12-23
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Cuando Jesús se enteró de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea. Y, dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaúm, a orillas del lago, en los confines de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías:  ¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, país de la Transjordania, Galilea de las naciones! El pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en las oscuras regiones de la muerte, se levantó una luz. A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: «Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca.» Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar porque eran pescadores. Entonces les dijo: «Síganme, y yo los haré pescadores de hombres.» Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron. Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó. Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron. Jesús recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias de la gente.
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

También se proclamarán los siguientes textos:
Primera Lectura Isaías 8, 23b-9, 3
Salmo 26, 1. 4. 13-14 (R.: 1a)            R. El Señor es mi luz y mi salvación
Segunda Lectura I Cor. 1, 10-13. 17  
(Dibujo: Cerezo Barredo)

lunes, 17 de enero de 2011

Cristo nos llama a repartir nuestra luz a todos quienes nos rodean

Este domingo la Eucaristía en nuestra capilla fue presidida por el Padre Raúl, quien al inicio de la celebración presentó un cirio en conmemoración de los 80 años que cumplió la Parroquia el día 12 de enero, posteriormente hizo que éste fuese encendido.

Después de la lectura del evangelio el Padre nos contó que nuestra Parroquia en principio fue llamada Juan María Vianney y por razones de que es mas fácil mantener en la memoria el actual nombre, esta fue nominada por el lugar de donde venía nuestro Santo Patrono (Cura de Ars); esto es porque en la Parroquia de ese pequeño pueblo francés fue donde él hizo milagros de conversión ya que se cuenta que al principio de su ministerio solamente asistían a la celebración 2 personas y a medida que fue manifestando su carisma de pastor fue aumentando la concurrencia hasta llegar a acudir multitudes donde él.
Posteriormente, Roma lo declaró Santo y el Papa Juan Pablo II patrono de todos los curas párrocos.
En Chile nuestra parroquia fue la primera en llevar su nombre y hasta ahora no hay otra en Santiago, cuyo patrono sea este Santo.
Por último nos invitó a que el cirio encendido para celebrar nuestro 80 aniversario nos indicara y nos llamara a tener nosotros encendida esa luz en nuestros corazones, para poder llevarla a nuestros hogares, nuestros trabajos y nuestro entorno en general, porque Cristo nos llama a repartir esta luz para todos quienes nos rodean, por lo que no debemos olvidar en llevar esta luz a la comunidad.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.
(Colaboración de Astrid Faundez)

jueves, 13 de enero de 2011

Preparemos el Próximo Día del Señor

Segundo Domingo Durante el Año
16 de enero de 2011
Ciclo A

Aclamación al Evangelio
Aleluya.  Aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. A todos los que lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios.  Aleluya.

Evangelio Jn 1, 29-34
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Juan vio acercarse a Jesús y dijo: «Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. A él me refería, cuando dije: Después de mí viene un hombre que me precede, porque existía antes que yo. Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua para que él fuera manifestado a Israel.»
 Y Juan dio este testimonio: «He visto al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y permanecer sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquel sobre el que veas descender el Espíritu y permanecer sobre él, ese es el que bautiza en el Espíritu Santo."
 Yo lo he visto y doy testimonio de que él es el Hijo de Dios.»
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

También se proclamarán los siguientes textos:
Primera Lectura Isaías 49, 3. 5-6
Salmo Sal 39, 2 y 4ab. 7-8. 9. 10 (R.: 8 y 9c)  R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad
Segunda Lectura Hechos I Cor. 1, 1-3  
(Dibujo: Cerezo Barredo)

domingo, 9 de enero de 2011

La humildad de dejarse bautizar

Este Domingo celebramos la Fiesta del Bautismo del Señor con una liturgia presidida por el ministro Dionisio.
Comenzó su comentario del Evangelio (Mt 3, 13-17) recordando que el domingo anterior celebramos la Epifanía del Señor y la fiesta de hoy es otra manifestación del misterio de Dios en Jesucristo que se hace solidario con nuestra condición humana.
Apuntó como lo central del mensaje de hoy la humildad de Jesús al dejarse bautizar, pese a no necesitarlo. El querer vivir las mismas penurias de nosotros.
Basándose en el aporte de una hermana, preguntó si alguien había leído alguna vez un Evangelio completo o si alguien busca y lee los textos que la Iglesia propone para cada día del año. Y nos dijo que eso ayuda a aclarar dudas y aumentar la fe.
Porque, argumentó, la fe en Jesús, en lo que hizo y en lo que sigue haciendo alimenta nuestra vida y nos hace comprender que tenemos un Padre Dios que nos ama, nos protege y nos ayuda. Y debemos agradecerle por todo lo bueno y maravilloso que nos da, no sólo acordarnos de Él para culparlo por lo malo que nos sucede.
Nos exhortó, por último, a compartir, ayudar, dar, ya que todos podemos hacer algo por el bien de los demás.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

jueves, 6 de enero de 2011

Preparemos el Próximo Día del Señor

EL BAUTISMO DEL SEÑOR
9 de enero de 2011
Ciclo A

Aclamación al Evangelio
Aleluya.  Se abrió el cielo y resonó la voz del Padre, que decía: “Este es mi Hijo amado; escúchenlo”.  Aleluya.

Evangelio Mt 3, 13-17
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús fue desde Galilea hasta el Jordán y se presentó a Juan para ser bautizado por él. Juan se resistía, diciéndole: «Soy yo el que tiene necesidad de ser bautizado por ti, ¡y eres tú el que viene a mi encuentro!»
 Pero Jesús le respondió: «Ahora déjame hacer esto, porque conviene que así cumplamos todo lo que es justo». Y Juan se lo permitió.
 Apenas fue bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios descender como una paloma y dirigirse hacia él. Y se oyó una voz del cielo que decía: «Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección».
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

También se proclamarán los siguientes textos:
Primera Lectura Isaías 42, 1-4. 6-7
Salmo 28                     R. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
Segunda Lectura Hechos 10, 34-38  
(Dibujo: Cerezo Barredo)

domingo, 2 de enero de 2011

La buena nueva hay que compartirla con los demás

Nuestra celebración de la Fiesta de la Epifanía (o Manifestación) del Señor de hoy fue presidida por el padre Raúl.
En su homilía nos dijo que en estos días (con la Navidad) hemos estado celebrando el misterio del Dios que es espíritu, pero que se hace visible a través de María Virgen, y así, sufrió con el calor o el frío, igual que cualquiera de nosotros, por lo que desde entonces las manos humanas no sólo están tocadas por el pecado, sino también por la divinidad, debido a que Él se hizo igual a nosotros en todo, menos en el pecado.
Y hoy, nos dijo, (con la Epifanía) celebramos otro acontecimiento en la misma línea: que el ser humano conozca la realidad de Dios que quiere entrar a nuestra vida.
El cielo da señales de estas cosas: En Belén un ángel comunica a los pastores que el acontecimiento no es sólo para María y José, sino para todo el pueblo de Israel; ahora una estrella anuncia a los pueblos extranjeros que este Dios que ha nacido es para todos.
A continuación se fijó en el símbolo de la estrella y nos dijo que eso hizo que miraran hacia arriba, porque hay que mirar al cielo en esta vida, ya que ése es nuestro destino; indicándonos que los que miran sólo a la tierra (que es lo mismo que decir que se enredan sólo en las cosas de este mundo) se quedan ahí y no hay más. Nos enseñó que Dios quiere que la luz que guía a los magos nos guíe también a nosotros, pero no para guardarnos esa luz sólo para nosotros, sino para que a través de nosotros, misioneros, la Buena Noticia vaya a todas partes. Y la buena noticia es que Dios vive y quiere estar en medio nuestro.
Manifestó finalmente: Dios quiera que así como compartimos las cosas buenas que nos ocurren en el medio en que nos desenvolvemos habitualmente, manifestemos a los demás en el trabajo y en la familia cuáles son nuestras convicciones: la buena nueva hay que compartirla con los demás.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.