Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

sábado, 30 de junio de 2012

¿Cómo pagar el amor absolutamente generoso que Dios nos ha tenido?


30 de junio de 2012
Sábado de la Duodécima Semana Durante el Año

Lecturas de hoy:
Lamentaciones 2, 2.10-14.18-19 / Salmo 73, 1-7. 20-21 No te olvides para siempre de los pobres.

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     8, 5-17
Al entrar en Cafarnaún, se acercó a Jesús un centurión, rogándole: «Señor, mi sirviente está en casa enfermo de parálisis y sufre terriblemente.» Jesús le dijo: «Yo mismo iré a curarlo.»
Pero el centurión respondió: «Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. Porque cuando yo, que no soy más que un oficial subalterno, digo a uno de los soldados que están a mis órdenes: "Ve", él va, y a otro: "Ven", él viene; y cuando digo a mi sirviente: "Tienes que hacer esto", él lo hace.»
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: «Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe. Por eso les digo que muchos vendrán de Oriente y de Occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos; en cambio, los herederos del Reino serán arrojados afuera, a las tinieblas, donde habrá llantos y rechinar de dientes.» Y Jesús dijo al centurión: «Ve, y que suceda como has creído.» Y el sirviente se curó en ese mismo momento.
Cuando Jesús llegó a la casa de Pedro, encontró a la suegra de este en cama con fiebre. Le tocó la mano y se le pasó la fiebre. Ella se levantó y se puso a servirlo.
Al atardecer, le llevaron muchos endemoniados, y él, con su palabra, expulsó a los espíritus y curó a todos los que estaban enfermos, para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías: El tomó nuestras debilidades y cargó sobre sí nuestras enfermedades.
Palabra del Señor.

MEDITACION
El libro de las Lamentaciones (1L), que es uno de los menos conocidos de la Biblia, se le adjudica al profeta Jeremías, quien lo habría compuesto llorando por Jerusalén después de una de las trágicas deportaciones de todo el pueblo, que detalla el Salmo de hoy: « todo lo destruyó el enemigo en el Santuario. Rugieron tus adversarios en el lugar de tu asamblea, pusieron como señales sus propios estandartes. Alzaron sus hachas como en la espesura de la selva; destrozaron de un golpe todos los adornos, los deshicieron con martillos y machetes; prendieron fuego a tu Santuario, profanaron, hasta arrasarla, la Morada de tu Nombre.». Por eso el tono y el nombre del libro es más bien pesimista. Sin embargo, el fragmento de hoy nos aporta lo siguiente: « tu desastre es inmenso como el mar: ¿quién te sanará?» y después «¡Invoca al Señor de corazón, gime, hija de Sión! ¡Derrama tu corazón como agua ante el rostro del Señor ! ¡Eleva tus manos hacia él, por la vida de tus niños pequeños, que desfallecen de hambre en todas las esquinas!»
La respuesta a ese gemido y a todas las angustias de la humanidad la sabemos: el Señor, quien « pasó haciendo el bien y curando a todos los que habían caído en poder del demonio, porque Dios estaba con él » (Hch 10,38), lo que relata admirado Mateo este día, pues lo presenta sanando a « todos los que estaban enfermos », aludiendo a un consolador anuncio del profeta Isaías « El tomó nuestras debilidades y cargó sobre sí nuestras enfermedades » (53,4).
Me parece importante resaltar en las palabras del evangelio, que la misericordia de Dios, manifestada en la vida y misión de Jesús, es para “todos”: para quien tiene « tanta fe » como el centurión; pero también para quien preocupe a un cercano, como el caso de la suegra de Pedro; y, de manera incansable, para cada uno de los que le llevaban. Esto se debe a que el amor de Dios no espera compensación alguna, tampoco nuestra súplica: es absoluto. Y es absolutamente generoso (cf. Rom 5,7-8). Nadie lo merece, ni es digno, como muy bien reconoce el soldado.
Corresponde que digamos junto con el salmista: «¿Con qué pagaré al Señor todo el bien que me hizo?» (116,12). El Papa meditando sobre esto, dice: “¿Qué ofreceré, por tanto, al Señor? No quiere sacrificios ni holocaustos, sino toda mi vida.” (Audiencia 25/05/2005).
¿Merece algo menos?

Señor, también reconocemos no ser dignos y nos admiramos de todo el bien que nos has hecho. Haz que nuestra alegría por esto y nuestro agradecimiento se transformen en ofrenda de vida para quienes están en necesidad, tus hijos, nuestros hermanos. Así sea.

Como Juan, precursores del Señor de la Paz, el Amor y la Alegría,
Miguel.

viernes, 29 de junio de 2012

Somos parte de la edificación de la Iglesia


29 de junio de 2012
SAN PEDRO Y SAN PABLO apóstoles

Lecturas de hoy:
Hechos 12, 1-11 / Salmo 33, 2-9 El Señor me libró de todos mis temores. / II Timoteo 4, 6-8.17-18

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     16, 13-19
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?»
Ellos le respondieron: «Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas.»
«Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?»
Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»
Y Jesús le dijo: «Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.»
Palabra del Señor.

MEDITACION
Pedro es la piedra sobre la que se edifica la Iglesia de Cristo. Y Pablo uno de sus principales pilares. Y, como tales, no escaparon de la persecución, que es inherente al seguimiento del Señor (Jn 15,20; cf. Lc 9,23-24). Pero ambos, en los textos que nos propone este día la liturgia, sienten que en los momentos de dificultad, « la Iglesia no cesaba de orar a Dios » (1L) por ellos, por lo que pueden confiar en que Él los « librará de todo mal » (2L), sabiendo que « el poder de la Muerte no prevalecerá » contra esta Iglesia, su Iglesia, nuestra Iglesia.
Sabernos parte de esto, unidos a los perseguidos, en comunión con Jesús, Pedro, Pablo y todos los que hubo, hay y habrá en la historia de la edificación de la Iglesia de « el Mesías, el Hijo de Dios vivo », no nos lo ha revelado « ni la carne ni la sangre », sino Su Padre de los cielos. Y debe tener consecuencias en la forma de vivir nuestra fe: construyendo, edificando nuestra Iglesia, siguiendo el ejemplo de los apóstoles que celebramos hoy.
Como Pedro, confiando en el poder del Señor (Mt 14,28); buscando comprender la Palabra (Mt 15,15); meditando y retirándonos espiritualmente para fortalecer nuestro caminar (cf. Mt 17; Lc 24,12); reconociendo nuestras faltas y arrepintiéndonos (Lc 5,8; Mt 26,75); profesando nuestra fe (Lc 9,20; Jn 6,68-69); dando razón valiente de lo que creía (Hch 2,14ss; 4,8ss).
Como Pablo, teniendo el corazón dispuesto a la conversión (Hch 9,1-19); poniendo las capacidades al servicio de la evangelización (Hch 9,22); participando en comunidad, aun pese a las dificultades (Hch 9,26-28). Y así, podríamos señalar mucho más, porque la vida de Saulo (su nombre hebreo, del cual Pablo es la forma griega) fue muy intensa y fructífera y tenemos su maravillosa y gran cantidad de cartas. Pero esto vale como señales para nuestra vida.

Señor, que pones ante nosotros las figuras de nuestros hermanos Pedro y Pablo, para que inspiren nuestro caminar en tu Iglesia, ayúdanos a ser fieles a la misión que nos das. Alabemos su Nombre todos juntos. ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor! ¡Felices los que en él se refugian!

Como Juan, precursores del Señor de la Paz, el Amor y la Alegría,
Miguel.

jueves, 28 de junio de 2012

Un programa de vida, por la vida


PREPAREMOS EL PRÓXIMO DÍA DEL SEÑOR
1 de julio de 2012
Décimo Tercer Domingo Durante el Año

Lecturas de hoy:
Sabiduría 1, 13-15; 2, 23-24 / Salmo 29, 2. 4-6. 11-12a. 13 Yo te glorifico, Señor, porque Tú me libraste. / II Corintios 8, 7-9. 13-15

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos     5, 21-43
    Cuando Jesús regresó en la barca a la otra orilla, una gran multitud se reunió a su alrededor, y Él se quedó junto al mar. Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verlo, se arrojó a sus pies, rogándole con insistencia: «Mi hijita se está muriendo; ven a imponerle las manos, para que se cure y viva». Jesús fue con él y lo seguía una gran multitud que lo apretaba por todos lados.
    Se encontraba allí una mujer que desde hacia doce años padecía de hemorragias. Había sufrido mucho en manos de numerosos médicos y gastado todos sus bienes sin resultado; al contrario, cada vez estaba peor. Como había oído hablar de Jesús, se le acercó por detrás, entre la multitud, y tocó su manto, porque pensaba: «Con sólo tocar su manto quedaré sanada». Inmediatamente cesó la hemorragia, y ella sintió en su cuerpo que estaba sanada de su mal».
    Jesús se dio cuenta en seguida de la fuerza que había salido de Él, se dio vuelta y, dirigiéndose a la multitud, preguntó: «¿Quién tocó mi manto?»
    Sus discípulos le dijeron: «¿Ves que la gente te aprieta por todas partes y preguntas quién te ha tocado?» Pero Él seguía mirando a su alrededor, para ver quién había sido.
    Entonces la mujer, muy asustada y temblando, porque sabía bien lo que le había ocurrido, fue a arrojarse a los pies y le confesó toda la verdad.
    Jesús le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda sanada de tu enfermedad».
    Todavía estaba hablando, cuando llegaron unas personas de la casa del jefe de la sinagoga y le dijeron: «Tu hija ya murió; ¿para qué vas a seguir molestando al Maestro?» Pero Jesús, sin tener en cuenta esas palabras, dijo al jefe de la sinagoga: «No temas, basta que creas». Y sin permitir que nadie lo acompañara, excepto Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago, fue a casa del jefe de la sinagoga.
    Allí vio un gran alboroto, y gente que lloraba y gritaba. Al entrar, les dijo: «¿Por qué se alborotan y lloran? La niña no está muerta, sino que duerme». Y se burlaban de él.
    Pero Jesús hizo salir a todos, y tomando consigo al padre y a la madre de la niña, y a los que venían con él, entró donde ella estaba. La tomó de la mano y le dijo: «Talitá kum», que significa: «¡Niña, yo te lo ordeno, levántate!» En seguida la niña, que ya tenía doce años, se levantó y comenzó a caminar. Ellos, entonces, se llenaron de asombro, y él les mandó insistentemente que nadie se enterara de lo sucedido. Después dijo que le dieran de comer.
Palabra del Señor.

MEDITACION
Jesús ama a los ladrones espirituales. Hoy se compadece y se alegra con la hemorroísa que le “robó” un milagro. Mucho después, se apiadará del compañero de crucifixión, que con su buena intención, se “robó” la entrada al paraíso (Lc 23,43).
Es que Él « siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza » (2L), bajando a vivir nuestra misma vida, tocando nuestra miseria y conmoviéndose con ella, y, como sabía que Dios no « se complace en la perdición de los vivientes. Él ha creado todas las cosas para que subsistan; las criaturas del mundo son saludables, no hay en ellas ningún veneno mortal » (1L), no se deja arrastrar por el pesimismo reinante, porque la muerte no tiene la última palabra, así que primero exhorta a la fe: « No temas, basta que creas » y luego le “roba” la niña a la muerte, quien en seguida « se levantó y comenzó a caminar » (Ev). Después ella podría sentirse identificada con las palabras del Salmo de hoy: « Yo te glorifico, Señor, porque tú me libraste. Tú  me levantaste del Abismo y me hiciste revivir, cuando estaba entre los que bajan al sepulcro ». Un robo del espíritu. Ha demostrado ser semejante en todo a nosotros, a excepción del pecado (Hb 4,15).
A nosotros nos sucede una y otra vez que “nos ruegan con insistencia” para que les acompañemos y les auxiliemos en su pesar; también hay gente dolorida que espera un “roce de nuestro manto”, una caricia, una mano en el hombro, un apretón de manos, que alivie largo tiempo de sufrimiento; incluso tenemos la experiencia de enfrentar el pesimismo reinando a nuestro alrededor, porque pareciera que la muerte vence, es ahí donde se espera (a veces inconscientemente) que un creyente les tome de la mano para levantar la esperanza y despertar con amor, solidaridad y fraternidad del sueño egoísta que paraliza.
Todo un programa de vida, por la vida.

Sabemos, Padre bueno, que –como Pablo de los corintios- esperas que sin temor, creamos que podemos distinguirnos en generosidad y que, de la abundancia de nuestros bienes, tal como de la abundancia del amor que hemos recibido de ti, suplamos las necesidades de los demás, con un corazón generoso y compasivo como el de tu propio Hijo. Para que tu nombre sea glorificado en la tierra como en el cielo. Amén.

De la abundancia del amor recibido suplir las necesidades de Paz, Amor y Alegría de nuestros hermanos,
Miguel.

¿Sensatos para entrar en el Reino o insensatos que hacen el mal?


28 de junio de 2012
Jueves de la Duodécima Semana Durante el Año

Lecturas de hoy:
lI Reyes 24, 8-17 / Salmo 78, 1-5. 8-9 Líbranos, Señor, a causa de tu Nombre.

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     7, 21-29
Jesús dijo a sus discípulos:
«No son los que me dicen: "Señor, Señor", los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Muchos me dirán en aquel día: "Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu Nombre? ¿No expulsamos a los demonios e hicimos muchos milagros en tu Nombre?"
Entonces yo les manifestaré: "Jamás los conocí; apártense de mí, ustedes, los que hacen el mal."
Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca.
Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande.»
Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, la multitud estaba asombrada de su enseñanza, porque él les enseñaba como quien tiene autoridad y no como sus escribas.
Palabra del Señor.

MEDITACION
Hoy, que la Iglesia conmemora a san Ignacio de Antioquia, un obispo mártir, discípulo según la tradición, de los apóstoles Pablo y Juan, que debiésemos conocer más, partamos por recordar valientes palabras suyas:  “Dejadme que sea entregado a las fieras, puesto que por ellas puedo llegar a Dios. Soy el trigo de Dios, y soy molido por las dentelladas de las fieras, para que pueda ser hallado pan puro. Antes, atraed a las fieras, para que puedan ser mi sepulcro, y que no deje parte alguna de mi cuerpo detrás, y así, cuando pase a dormir, no seré una carga para nadie. Entonces seré un verdadero discípulo de Jesucristo.”
Sin duda, él « puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca », porque edificó su vida sobre la roca firme que es el Señor (Deut 32,4; Sal 62,7-8). Joaquín, el rey de Jerusalén, en cambio, « hizo lo que es malo a los ojos del Señor », por lo que « puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena » de tal manera que  la tempestad llamada Nabudonosor arrasó con él y con todo su reino (1L).
El resultado de la meditación es evidente: ¿seremos Ignacio o Joaquín? ¿sensatos para entrar « en el Reino de los Cielos » o insensatos « que hacen el mal »?

«No recuerdes para nuestro mal las culpas de otros tiempos; compadécete pronto de nosotros, porque estamos totalmente abatidos. Ayúdanos, Dios salvador nuestro, por el honor de tu Nombre; líbranos y perdona nuestros pecados» (Sal). Amén.

Como Juan, precursores del Señor de la Paz, el Amor y la Alegría,
Miguel.

miércoles, 27 de junio de 2012

Cumplir nuestra parte de la Alianza, dando buenos frutos


27 de junio de 2012
Miércoles de la Duodécima Semana Durante el Año

Lecturas de hoy:
lI Reyes 22, 8-13; 23, 1-3 / Salmo 118, 33-36.39-40 Muéstrame, Señor, el camino de tus preceptos.

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     7, 15-20
Jesús dijo a sus discípulos:
Tengan cuidado de los falsos profetas, que se presentan cubiertos con pieles de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los reconocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos? Así, todo árbol bueno produce frutos buenos y todo árbol malo produce frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo, producir frutos buenos.
Al árbol que no produce frutos buenos se lo corta y se lo arroja al fuego. Por sus frutos, entonces, ustedes los reconocerán.
Palabra del Señor.

MEDITACION
Dios hace alianzas con representantes de la humanidad: con Noé (Gn 9,8-17) y con Abraham (Gn 15,7-21; 17), renovándola con su descendencia (Gn 26; 28, 10-22). Posteriormente, hace la Gran Alianza con el pueblo judío (Ex 24), la que era renovada cada cierto tiempo y ciertos acontecimientos (Jos 24,25-27; y primera lectura de hoy)
Él hizo la primera Alianza con nosotros el día que el amor de nuestros padres –o quienes actuaron como tales- responsables de nuestro bienestar total, junto con darnos una lengua, una cultura y educación, nos ingresaron a la familia de Dios por medio del bautismo. Y la ha renovado en cada sacramento. Y la sigue renovando cada día de vida que nos da.
¡Tantas veces el pueblo elegido renovó su fidelidad a la alianza!. ¡Tantas veces nosotros también hemos renovado nuestra fe, nuestro cariño, nuestro entusiasmo por Dios! Y otras tantas veces ellos –y nosotros- « no han obedecido a las palabras de este libro y no han obrado conforme a todo lo que está escrito en él » (1L).
El libro, en su caso y el nuestro es la Biblia. De acuerdo a la Palabra que contiene este Libro, ellos y nosotros fuimos llamados a ser árboles buenos, que produzcan frutos acordes.
Ellos y nosotros seremos reconocidos (o no) como hijos del Padre Bueno de acuerdo a la calidad de esos frutos.

Cada uno de nosotros podemos pedir auxilio para cumplir nuestra parte de la Alianza dando buenos frutos hoy, orando con el salmista: « Instrúyeme, para que observe tu ley y la cumpla de todo corazón. Condúceme por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo puesta mi alegría. Inclina mi corazón hacia tus prescripciones y no hacia la codicia. ». Que así sea.

Como Juan, precursores del Señor de la Paz, el Amor y la Alegría,
Miguel.

martes, 26 de junio de 2012

Así se descubre a Dios actuando en lo concreto de nuestro mundo


26 de junio de 2012
Martes de la Duodécima Semana Durante el Año

Lecturas de hoy:
lI Reyes 19, 9-11. 14-21. 31-36 / Salmo 47, 2-4.10-11 Dios afianzó para siempre su Ciudad.

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     7, 6. 12-14
Jesús dijo a sus discípulos:
No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes para destrozarlos.
Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas.
Entren por la puerta estrecha, porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que van por allí. Pero es angosta la puerta y estrecho el camino que lleva a la Vida, y son pocos los que lo encuentran.
Palabra del Señor.

MEDITACION
Así como ayer destacábamos que se contrapone a la idea del Dios bueno que nos reveló su Hijo (cf. Mc 10,18), achacarle los sucesos negativos que nos ocurren, sí es correcto ver que « todo lo que es bueno y perfecto es un don de lo alto y desciende del Padre » (Sant 1,17; cf. Mt 7,9-11), por lo que es mucho más atinado creer que Él está en nuestros triunfos (1L), reconociendo que « el Señor es grande y digno de alabanza » (Sal).
Claro que la bondad de Dios se manifiesta de muchas maneras y se refleja en muchas cosas, pero a quien duda, su vida sólo la ilumina el ver las buenas obras de sus hijos: nosotros (cf. Mt 5,16). Porque no es habitual encontrar personas –cristianos y no cristianos- que entren por la puerta estrecha (es decir, incómoda) del servicio,  dando (sacrificando) de la propia vida (el cansancio, los bienes propios, el tiempo), es decir “todo lo que desearíamos que los demás hagan por nosotros”. Así se descubre a Dios actuando en lo concreto de nuestro mundo.

Señor, danos la sabiduría necesaria para encontrar y elegir la puerta y el camino estrechos que llevan a la Vida buena para nuestros hermanos necesitados de paz, amor y alegría, dándoles la perla preciosa de nuestra entrega a imagen y semejanza de la tuya, apoyados en ti y como respuesta al amor con que nos has amado. Amén.

Como Juan, precursores del Señor de la Paz, el Amor y la Alegría,
Miguel.

lunes, 25 de junio de 2012

“Intransigentes con el pecado – ¡empezando por el nuestro! – e indulgentes con el pecador”


25 de junio de 2012
Lunes de la Duodécima Semana Durante el Año

Lecturas de hoy:
lI Reyes 17, 5-8.13-15.18 / Salmo 59, 3-5.12-14 Señor, sálvanos con tu poder, respóndenos.

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     7, 1-5
Jesús dijo a sus discípulos:
No juzguen, para no ser juzgados. Porque con el criterio con que ustedes juzguen se los juzgará, y la medida con que midan se usará para ustedes.
¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: «Deja que te saque la paja de tu ojo», si hay una viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.
Palabra del Señor.

MEDITACION
El escritor sagrado se explica los trágicos acontecimientos de la historia de su país « porque los israelitas pecaron contra el Señor, su Dios » (1L). Con el tiempo Jesús aclarará que no se debe asociar desgracia con castigo (cf. Jn 9,3; Lc 13,4). Es conveniente tratar de entender los acontecimientos desde una perspectiva de fe, pero hay que encontrarle coherencia desde la revelación completa que nos ha hecho el Hijo sobre el Padre (Jn 3,17). Además, el análisis no debe usarse para acusar a los demás, sino para revisar cómo impacta en nuestra vida personal y comunitaria, para hacer conversión en perspectiva del Reino.
Esa última es la idea del evangelio, porque « la medida con que midan se usará para ustedes »… o, en lenguaje más coloquial: “todos tenemos tejado de vidrio”. Sería cosa de recordar y aplicar a cada uno de nosotros (y de nuestras comunidades) aquella frase memorable « El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra » (Jn 8,7). Benedicto XVI nos exhorta a aplicar estas ideas así: “aprendamos del Señor Jesús a no juzgar y a no condenar al prójimo. Aprendamos a ser intransigentes con el pecado – ¡empezando por el nuestro! – e indulgentes con las personas.” (Angelus 21/03/2010), confiados en que, podrá costarnos algo, bastante o mucho, pero « Con Dios alcanzaremos la victoria » (Sal).

Con el Papa, en la misma ocasión, también oremos: “Que nos ayude en esto la Santa Madre de Dios que, exenta de toda culpa, es mediadora de gracia para todo pecador arrepentido.” Amén.

Como Juan, precursores del Señor de la Paz, el Amor y la Alegría,
Miguel.