Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

jueves, 29 de septiembre de 2011

Preparemos el Próximo Día del Señor

27° Domingo Durante el Año
2 de Octubre de 2011
Ciclo A

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO

Aleluya. «Yo los elegí del mundo,
para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero»,
dice el señor. Aleluya.

Evangelio Mt 21, 33-46
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «Escuchen otra parábola: Un hombre poseía una tierra y allí plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero. Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió a sus servidores para percibir los frutos. Pero los viñadores se apoderaron de ellos, y a uno lo golpearon, a otro lo mataron y al tercero lo apedrearon. El propietario volvió a enviar a otros servidores, en mayor número que los primeros, pero los trataron de la misma manera. Finalmente, les envió a su propio hijo, pensando: "Respetarán a mi hijo." Pero, al verlo, los viñadores se dijeron: "Este es el heredero: vamos a matarlo para quedarnos con su herencia". Y apoderándose de él, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando vuelva el dueño, ¿qué les parece que hará con aquellos viñadores?» Le respondieron: «Acabará con esos miserables y arrendará la viña a otros, que le entregarán el fruto a su debido tiempo». Jesús agregó:«¿No han leído nunca en las Escrituras: "La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: esta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos?" Por eso les digo que el Reino de Dios les será quitado a ustedes, para ser entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos». Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír estas parábolas, comprendieron que se refería a ellos. Entonces buscaron el modo de detenerlo, pero temían a la multitud, que lo consideraba un profeta.
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

También se proclamarán los siguientes textos:
Primera Lectura Isaías 5, 1-7
Salmo Sal 79, 9. 12-16. 19-20     R. La viña del Señor es su pueblo
Segunda Lectura Filipenses 4, 6-9

domingo, 25 de septiembre de 2011

Cuando se tiene fuerte a Jesús dentro se trabaja con gusto

Este 26° domingo del año litúrgico, lo celebramos con una liturgia presidida por el ministro Dionisio, quien, al momento del comentario de las lecturas, a propósito del evangelio (Mateo 21,28-32) preguntó cuál de los hijos de la parábola hizo la voluntad del padre, a lo que se le respondió correctamente que el primero. Entonces, volvió a preguntar qué nos dice este ejemplo. Y ahí se refirió al conocido dicho popular del “cura Gatica, que predica, pero no practica”. Llamándonos a ser consecuentes en nuestras acciones, respecto a lo que decimos.
Una hermana resaltó también de la parábola el valor del arrepentimiento, del hijo que dijo que no haría y finalmente hizo.
El ministro continuó en la veta del doblez de las personas: se promete y no se cumple. Dijo que nos cuesta y requiere trabajo de nuestra parte, pero que cuando se tiene fuerte a Jesús dentro se hace con agrado el trabajo que Él nos encomienda. A propósito de eso, nos invitó a hacernos tiempo para acompañar en su visita de los domingo a los ministros de comunión, para que el enfermo vea a la comunidad preocupada por él.
Luego, recordó que este domingo nuestra Iglesia lo destina preferentemente a la oración por Chile, por lo que nos exhortó a pedir por nuestros gobernantes y para que tengamos verdad y justicia en el país.
Por último, viendo a los niños de la Catequesis sentados frente al altar, nos dijo que eran bienvenidos en nuestra capilla, porque la comunidad es de todos, así que todos debemos sentirnos bienvenidos a hacer cosas bonitas para el bien de la comunidad.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Preparemos el Próximo Día del Señor

26° Domingo Durante el Año
25 de septiembre de 2011
Ciclo A

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO

Aleluya. «Mis ovejas escuchan mi voz,
Yo las conozco y ellas me siguen», dice el Señor. Aleluya.

Evangelio Mt 21, 28-32
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos y, dirigiéndose al primero, le dijo: "Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña". El respondió: "No quiero". Pero después se arrepintió y fue. Dirigiéndose al segundo, le dijo lo mismo y este le respondió: "Voy, Señor", pero no fue. ¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?» «El primero», le respondieron. Jesús les dijo: «Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de Dios. En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él».
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

También se proclamarán los siguientes textos:
Primera Lectura Ezequiel 18, 24-28
Salmo 24, 4-9   R. Acuérdate, Señor, de tu compasión.
Segunda Lectura Filipenses 2, 1-11

lunes, 19 de septiembre de 2011

Jesús quiere el bienestar de todos

En este 25° domingo durante el año, la eucaristía en nuestra comunidad fue presidida por el padre Raúl, quien, al momento de la homilía, hizo un recuerdo del mensaje de los últimos domingos: Dios quiere a todos los que han salido de sus manos. Ejemplificó en que el domingo anterior se nos llamaba la atención acerca de la misericordia y el perdón de Dios que son para todos; muy distinto a nosotros que “perdonamos, pero no olvidamos”, es más solemos quedar con ganas de desquite. Pero nuestro Dios es distinto, porque quiere que nuestra vida sea bonita, por eso nos ha regalado el Sacramento de la Reconciliación, para que confesándonos podamos volver a comenzar desde cero.
Nos recordó la primera lectura (Isaías 55,6-9), rescatando la frase: “nuestro Dios, es generoso en perdonar. Porque los pensamientos de ustedes no son los míos, ni los caminos de ustedes son mis caminos”. Reafirmando que Dios es diferente: piensa y desea el bien para todos nosotros, ya que “hace salir su sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos” (Mateo 5, 45), sin hacer diferencias.
Luego el evangelio (Mateo 20,1-16) vuelve a demostrar lo distinto que es Dios, ya que “muchos de los últimos serán los primeros y muchos de los primeros serán los últimos”, porque el Reino es como el dueño de una viña que contrata obreros a distintas horas, pero les paga a todos lo mismo. Lo que hay detrás de esto es que Jesús quiere el bienestar de todos, ¿o acaso los últimos en llegar no tenían también familia y cuentas por pagar? Dios piensa en las necesidades de cada cual.
Nos contó una experiencia como sacerdote rural, cuando se realizaban rogativas por el agua, en período de sequía, la oración era: “Señor, danos frutos de la tierra para nuestra familia y para poder compartir con los demás”. Ese hermoso sentimiento es lo que está detrás de este evangelio.
Reflexionó en que cantamos que Chile es “la copia feliz del Edén”, pero eso no es así para todos, por lo que los cristianos debemos ocuparnos de que nadie quede atrás, porque el Espíritu Santo reparte dones no para cada uno exclusivamente, sino que quien tiene más, también tiene más responsabilidad. Por lo que nos invitó que este nuevo año que empieza para nuestra patria, nos dediquemos a trabajar superando las diferencias, para que esta bonita tierra lo sea para todos.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Preparemos el Próximo Día del Señor

25° Domingo Durante el Año
18 de septiembre de 2011
Ciclo A

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO

Aleluya. Señor, toca nuestro corazón,
para que aceptemos las palabras de tu Hijo. Aleluya.

Evangelio Mt 19, 30—20, 16
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: «Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros, porque el Reino de los Cielos se parece a un propietario que salió muy de madrugada a contratar obreros para trabajar en su viña. Trató con ellos un denario por día y los envío a su viña. Volvió a salir a media mañana y, al ver a otros desocupados en la plaza, les dijo: "Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que sea justo". Y ellos fueron. Volvió a salir al mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Al caer la tarde salió de nuevo y, encontrando todavía a otros, les dijo: "¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin hacer nada?" Ellos les respondieron: "Nadie nos ha contratado". Entonces les dijo: "Vayan también ustedes a mi viña". Al terminar el día, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: "Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros". Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno un denario. Llegaron después los primeros, creyendo que iban a recibir algo más, pero recibieron igualmente un denario. Y al recibirlo, protestaban contra el propietario, diciendo: "Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada". El propietario respondió a uno de ellos: "Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un denario? Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar a este que llega último lo mismo que a ti. ¿No tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?" Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos».
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

También se proclamarán los siguientes textos:
Primera Lectura Isaías 55, 6-9
Salmo 144, 2-3. 8-9. 17-18      R. El Señor está cerca de aquellos que lo invocan.
Segunda Lectura Filipenses 1, 20b-26

lunes, 12 de septiembre de 2011

Llamados a ser profetas del perdón y la reconciliación

El reciente domingo, nuestra comunidad celebró el 24º del año litúrgico, presidida por el ministro Miguel, quien en el comentario de las lecturas comenzó por preguntarnos si habría que hacer un cálculo de las veces que hay que perdonar, como podría entenderse del evangelio (Mateo 18,21-35), quedando claro, con las intervenciones de los hermanos, que la intención es expresar que el seguidor de Cristo está llamado a perdonar siempre.
Recurriendo a la primera lectura (Eclesiástico 27,30.28,1-7) señaló que Dios espera -por nuestro propio bien- que no nos llenemos de amarguras y rencores, por eso, para educar al pueblo más primitivo en la fe, al que se dirige el Antiguo Testamento, usa imágenes como que “el rencoroso sufrirá la venganza del Señor”. Pero a continuación enseña “Si un hombre mantiene su enojo contra otro, ¿cómo pretende que el Señor lo sane?”. Porque el fundamento para aprender a perdonar de esa manera es que Dios mismo ha sido muy misericordioso con nosotros, como dice Jesús.
En este momento hizo un aparte para lamentar la imagen de Dios que transmitimos en general los cristianos, cuando en casos de tragedias, decimos frases como “Dios lo quiso” o “Dios se los llevó”, manifestando que Dios no quiere el dolor ni el sufrimiento o Jesús no habría dedicado gran parte de su misión a sanar enfermos. Explicó que quienes nos manifestamos como creyentes tenemos una gran responsabilidad en la imagen que los demás se hacen de Dios, por lo que debemos mostrarlo como realmente es: lleno de amor y misericordia, ya que así lo hemos experimentado en nuestras propias vidas.
Continuando con el evangelio, dice que cada uno de nosotros sabe que ha sido enormemente perdonado, así que cuando somos mezquinos en el perdón hacia los hermanos, se nos puede decir: “¡Miserable! ¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de tí?'”. Y volvió a llamar la atención sobre la imagen que proyectamos: diciendo que para los demás es más importante la forma misericordiosa en que los tratamos y también cómo nos tratamos entre nosotros mismos que la cantidad de veces que nos ven ir a Misa. Así que manifestó que somos los profetas de la reconciliación, quienes tenemos la misión de mostrar en nuestra vida cómo ama Dios, “perdonando nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Preparemos el Próximo Día del Señor

24° Domingo Durante el Año
11 de septiembre de 2011
Ciclo A

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO

Aleluya. «Les doy un mandamiento nuevo:
ámense los unos a los otros, como Yo los he amado»,
dice el Señor. Aleluya.

Evangelio Mt 18, 21-35
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Se adelantó Pedro y dijo a Jesús: «Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?» Jesús le respondió: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por eso, el Reino de los Cielos se parece a un rey que quiso arreglar las cuentas con sus servidores. Comenzada la tarea, le presentaron a uno que debía diez mil talentos. Como no podía pagar, el rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo que tenía, para saldar la deuda. El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: "Dame un plazo y te pagaré todo". El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda. Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: "Págame lo que me debes". El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: "Dame un plazo y te pagaré la deuda". Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se apenaron mucho y fueron a contarlo a su señor. Este lo mandó llamar y le dijo: "¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda. ¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecía de ti?" E indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía. Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos».
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

También se proclamarán los siguientes textos:
Primera Lectura Eclesiástico 27, 30—28, 7
Salmo 102, 1-4. 9-12   R. El Señor es bondadoso y compasivo.
Segunda Lectura Romanos 14, 7-9
(Dibujo: Fano)

lunes, 5 de septiembre de 2011

La deuda del amor mutuo: cada uno es responsable por el otro

Celebramos el 23° Domingo durante el año con una Eucaristía presidida por el padre Andrés.
En su homilía reflexionó acerca de que los seres humanos somos personas en transformación y, ojalá, en crecimiento, para lograr la felicidad que llega con ese desarrollo de capacidades. Aseguró a continuación que la Revelación de Dios también es progresiva, ya que no es lo mismo lo que se dice sobre las relaciones humanas en los primeros libros de la Biblia escritos mil años antes de Cristo, que lo que él enseña.
La 1ª. Lectura (Ezequiel 33,7-9) dice que cada uno paga por sus culpas, pero además se le dice al hombre de fe que es un centinela para ayudar a otros a crecer. Y Jesús (Evangelio: Mateo 18,15-20) da después la fórmula para enfrentar esto: la corrección fraterna, la que debe comenzar en privado. Comentó, a propósito de esto, que necesitamos conversión en este aspecto, ya que generalmente partimos por hacer público lo que no nos gusta de alguien. Entonces, si el comentario es entre dos y el hermano reconoce su falta y sigue en comunión con los demás y con Dios, serán más hermanos que antes; después los siguientes pasos hasta que la comunidad determine que ya no está en comunión con ella, lo que implica que ya no debe asistir a la asamblea. Recalcó que, en un mundo en que cada uno anda por su cuenta y se beneficia de acuerdo a sus propios medios, tenemos la “deuda del amor mutuo” (2ª. Lectura: Romanos 13,8-10), por lo que debemos romper el individualismo, que no es querido por Dios, para que nuestro hermano sea feliz. Así que, concluyó, en esta realidad social y política que vive nuestro país, los cristianos debemos aportar el sentirnos a cargo unos de otros.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Preparemos el Próximo Día del Señor


23° Domingo Durante el Año
4 de septiembre de 2011
Ciclo A

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO

Aleluya. Dios estaba en Cristo, reconciliando al mundo consigo,
confiándonos la palabra de la reconciliación. Aleluya.

Evangelio Mt 18,15-20
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: Si tu hermano peca, ve y corrígelo en privado. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, busca una o dos personas más, para que el asunto se decida por la declaración de dos o tres testigos. Si se niega a hacerles caso, dilo a la comunidad. Y si tampoco quiere escuchar a la comunidad, considéralo como pagano o publicano. Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo. También les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá. Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos".
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

También se proclamarán los siguientes textos:
Primera Lectura Ezequiel 33,7-9
Salmo 95(94),1-2.6-7.8-9      R. Ojalá hoy escuchen la voz del Señor.
Segunda Lectura Romanos 13,8-10