Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

jueves, 20 de diciembre de 2012

María, modelo de creyente


PREPAREMOS EL PRÓXIMO DÍA DEL SEÑOR
23 de diciembre de 2012
Cuarto Domingo de Adviento

Lecturas:
Miqueas 5, 1-4 / Salmo 79, 2-3. 15-16. 18-19 Restáuranos, Señor del universo / Hebreos 10, 5-10

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     1, 39-45
En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó:
«¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor.»
Palabra del Señor.

MEDITACION
Una vez que el Ángel le ha aclarado las dudas, María se pone en la disposición del que dice «Aquí estoy, yo vengo para hacer tu voluntad» (2L), con lo que acepta hacer su aporte para que Dios pueda responder al requerimiento de su pueblo: «tú que tienes el trono sobre los querubines, resplandece, reafirma tu poder y ven a salvarnos» (Sal), lo que comenzará en «el momento en que dé a luz la que debe ser madre» (1L). Desde entonces la joven nazarena será «la madre de mi Señor» y hará saltar de alegría a los más pequeños del mundo.
A un día de la Nochebuena y a unas horas del bello acontecimiento que es Navidad seguimos llenando nuestro espíritu de Alegría, porque contemplaremos el saludo de María a su prima Isabel, lo que provoca como efecto la primera manifestación del profeta Juan, quien salta de alegría en el seno de su madre y le contagia a ella su espíritu profético, ya que «llena del Espíritu Santo, exclamó: “¡Tú eres bendita entre todas las mujeres  y bendito es el fruto de tu vientre!  ¿Quién soy yo,  para que la madre de mi Señor  venga a visitarme?  Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor”»
Es que María, después del anuncio que recibió acerca del cumplimiento de las promesas de Dios en el futuro nacimiento del que será su propio hijo con ella, sintió la necesidad de compartir su alegría y dejándose inspirar por el Ángel, fue donde la anciana embarazada que éste mismo le propuso como signo de que para Dios todo es posible.
Pero, como buena precursora de los futuros cristianos, más que hacer el anuncio de la Buena Noticia con palabras, son sus actos los que hablan por ella. Porque se dirigió, «sin demora a un pueblo de la montaña de Judá» para felicitar, para compartir y para servir.
La reacción de Isabel es alabar a María por haber sido escogida por Dios, y alaba también al Señor que está en sus entrañas. Termina la alabanza señalando la actitud creyente que María representa: es la que ha creído. Es decir, es la que ha sido capaz de fiarse de Dios y aceptar lo que ella entendía que Él le proponía, por complicado que pareciera.
Al igual que María, cada cristiano es signo de la presencia de Dios: son las actitudes de su vida y sus compromisos, los que reflejan la presencia y la acción de Dios en el mundo: un servicio fraternal es siempre una ocasión de llevar a Cristo a los demás. Visitar al que está en necesidad, siguiendo el ejemplo de María, lo llenará de gozo.
El evangelio de este Domingo nos da la increíble buena noticia de que Dios es realidad humana y, a la vez, nos propone para aceptarlo el modelo creyente de María.

María nos trae la alegría con su anuncio de gozo: el Hijo del Padre Eterno, por obra del Espíritu Santo, está en su seno. Y está cerca nuestro también, por el anuncio que ella hace para que nos alegremos como Isabel y para que dentro de nosotros, salte de gozo lo que está allí expectante por nacer. Gracias, Señor.

Expectantes ante la llegada del Dios de la Paz, el Amor y la Alegría,
Miguel.

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