Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

martes, 11 de diciembre de 2012

Debemos sentirnos llamados a anunciar la ternura de Dios por los hombres


11 de diciembre de 2012
Martes de la Segunda Semana de Adviento

Lecturas:
Isaías 40, 1-11 / Salmo 95, 1-3. 10-13 ¡El Señor viene a gobernar la tierra!

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     18, 12-14
Jesús dijo a sus discípulos:
«¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja las noventa y nueve restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se extraviaron. De la misma manera, el Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños.»
Palabra del Señor.

MEDITACION
El Padre Bueno, que es Amor e inspira a vivir en el amor (cf 1 Jn 4,16) no quiere que se pierda ninguna de sus pequeñas criaturas, para lograr eso no ahorra esfuerzos ni medios, hasta el extremo de entregar a su Hijo único (Jn 3,16-17), quien «habitó entre nosotros» (Jn 1,14).
Pero, en este espacio que media entre aquel acontecimiento maravilloso y el tiempo en que «él viene a gobernar la tierra: él gobernará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad» (Sal), podemos escuchar constantemente: «¡Consuelen, consuelen a mi Pueblo, dice su Dios! […] anúncienle que su tiempo de servicio se ha cumplido, que su culpa está paga […] Una voz dice: “¡Proclama!” […] levanta con fuerza tu voz, tú que llevas la buena noticia a Jerusalén. Levántala sin temor, di a las ciudades de Judá: “¡Aquí está su Dios!” Ya llega el Señor con poder y su brazo le asegura el dominio: el premio de su victoria lo acompaña y su recompensa lo precede. Como un pastor, él apacienta su rebaño, lo reúne con su brazo; lleva sobre su pecho a los corderos y guía con cuidado a las que han dado a luz» (1L).
Tú, yo y todo aquel que quiera ser fiel al seguimiento del Señor, como respuesta a su amor por nosotros, debemos sentirnos llamados a anunciar la ternura de Dios por los hombres, en este período de Adviento y siempre.

Impulsa nuestro profetismo para anunciar tu amor, misericordia y perdón por los demás cuando estemos entre las noventa y nueve, Señor. Y, por las veces en que nos ha tocado ser la oveja perdida, gracias por no dejar de buscarnos.

Buscando convertirnos a la Paz, el Amor y la Alegría del Reino,
Miguel.

No hay comentarios: