5 de noviembre de 2012
Lunes de la Trigésima Primera Semana
Durante el Año
Lecturas:
Filipenses 2, 1-4
/ Salmo 130, 1. 2. 3 Señor, guarda mi alma en la paz, junto a ti.
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 14, 12-14
Jesús dijo al que lo había invitado: «Cuando
des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a
tus parientes, ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez, y
así tengas tu recompensa.
Al contrario, cuando des un banquete, invita
a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos.
¡Feliz de ti, porque ellos no tienen cómo
retribuirte, y así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos!»
Palabra del Señor.
MEDITACION
En los años 70 la Iglesia
latinoamericana impulsó el concepto de “Opción Preferencial por los Pobres”, la
que fue estigmatizada como izquierdista por algunos interesados, que no
entienden el concepto: «Que cada uno
busque no solamente su propio interés, sino también el de los demás» (1L).
Como si ésta no fuese la opción de Dios
desde siempre. Recordemos que «el que oprime al débil ultraja a su Creador, el
que se apiada del indigente, lo honra» (Prov 14,31; cf Is 58,6-7), esto porque Él «es padre de los huérfanos y defensor de las viudas» (Sal 68,6).
Aquella profética motivación de nuestros
Obispos tenía en cuenta la actividad y la enseñanza del Maestro. ¿Hacia quiénes
va dirigida su preocupación en este relato, por ejemplo?: «a
los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos». También el Señor había proclamado
bienaventurados a los que tienen corazón de pobres, que son aquellos que se
identifican más que por el dinero que tienen (o no tienen) en la cuenta
corriente, por aquellos que pueden decir honestamente: «Mi corazón no se ha ensoberbecido, Señor, ni mis ojos se han vuelto
altaneros. No he pretendido grandes cosas ni he tenido aspiraciones desmedidas»
(Sal).
Que te imitemos, Señor, en no hacer
acepción de personas; pero, sobre todo, en tener una mirada especialmente
acogedora y solícita por el pobre y el marginado. Así sea.
Intentando
llenar de Paz, Amor y Alegría nuestras relaciones con Dios y los hermanos,
Miguel.
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