Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

sábado, 20 de octubre de 2012

¿Por qué hay un pecado que es imperdonable?



20 de octubre de 2012
Sábado de la Vigésimo Octava Semana Durante el Año

Lecturas:
Efesios 1, 15-23 / Salmo 8, 2-7 Diste dominio a tu Hijo sobre la obra de tus manos.

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     12, 8-12
Jesús dijo a sus discípulos:
«Les aseguro que aquel que me reconozca abiertamente delante de los hombres, el Hijo del hombre lo reconocerá ante los ángeles de Dios. Pero el que no me reconozca delante de los hombres, no será reconocido ante los ángeles de Dios.
Al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará.
Cuando los lleven ante las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o qué van a decir, porque el Espíritu Santo les enseñará en ese momento lo que deban decir.»
Palabra del Señor.

MEDITACION
Si bien el Padre puso «todas las cosas bajo sus pies [los de Jesús] y lo constituyó, por encima de todo, Cabeza de la Iglesia, que es su Cuerpo y la Plenitud de aquel que llena completamente todas las cosas» (1L) como creemos firmemente, Él no se ofende fácilmente, como cualquier autoridad humana, es más, nos confidencia que «al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará», porque pese a que como Dios que es,  todo ha sido puesto a sus pies, Él, que es manso y humilde de corazón (Mt 11,29), reina desde el amor, reina con amor, reina sirviendo. Tanto como para preguntarse: «¿qué es el hombre para que pienses en él, el ser humano para que lo cuides?» (Sal).
Por eso mismo, porque nos ama, nos previene contra el único pecado imperdonable (Mt 12,32): el que se comete «contra el Espíritu Santo», que ocurre cuando nos cerramos de mente y de corazón a la acción de la Tercera Persona de la Trinidad. Y no se puede perdonar, porque al no dejamos influir por Él, no podemos arrepentirnos, y sin arrepentimiento no buscaremos el perdón. Y, como podemos intuir, Dios no nos perdonará contra nuestra voluntad.

Gracias, Señor, por todo lo que nos perdonas y por tu preciosa delicadeza de respetar nuestra libertad. Una vez más: gracias, Señor.

En busca de liberarse de lo que impide seguirlo hacia el Reino de Paz, Amor y Alegría,
Miguel.

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