Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

miércoles, 24 de octubre de 2012

El peor castigo para quien no vive según la voluntad de Dios



24 de octubre de 2012
Miércoles de la Vigésimo Novena Semana Durante el Año

Lecturas:
Efesios 3, 2-12 / Salmo Is 12, 2-6 Sacarán agua con alegría de las fuentes de la salvación.

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     12, 39-48
Jesús dijo a sus discípulos: «Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada.»
Pedro preguntó entonces: «Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?»
El Señor le dijo: «¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno? ¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentra ocupado en este trabajo! Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.
Pero si este servidor piensa: "Mi señor tardará en llegar", y se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la misma suerte que los infieles.
El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo. Pero aquel que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente.
Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más.»
Palabra del Señor.

MEDITACION
No sólo desde ayer el Señor nos invita a estar preparados; es un mensaje de toda nuestra vida y de toda la historia desde que anduvo por los caminos de Galilea. Por eso la advertencia para hoy es que «el servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo».
Claro que este lenguaje alimentó por siglos una imagen terrorífica de Dios, absolutamente incompatible con la del Padre misericordioso que vino a transmitirnos su Hijo, que hacía eco de cómo la presentaba el profeta Isaías: «Este es el Dios de mi salvación: yo tengo confianza y no temo, porque el Señor es mi fuerza y mi protección; él fue mi salvación» (Sal) y de la misma manera lo comprende después el Apóstol, cuando dice que por medio de Jesús «nos atrevemos a acercarnos a Dios con toda confianza» (1L).
¿Cuál sería el “castigo severo”, entonces?
El de negarnos, por la eternidad, de gozar del Amor del Padre.
¿Qué peor castigo podría haber? Realmente sería pavoroso. Pero el castigo, no Dios; porque Él no nos lo impondría, sino nosotros mismos cerrándonos a su voluntad. ¿Cómo? Maltratando a nuestros hermanos («golpear a los servidores y a las sirvientas») o desentendiéndonos de ellos y sus necesidades egoístamente («se pone a comer, a beber y a emborracharse»).
Ya hemos sido advertidos.

Mantén tu palabra inquietante frente a nuestros ojos, en nuestros oídos y anidada en nuestro corazón, Señor, para que no olvidemos su contenido y sus consecuencias en nuestra debilidad y que ella misma sea nuestra fortaleza. Amén.

Con Paz, Amor y Alegría, aprendiendo a servir del más grande y trascendente Servidor,
Miguel.

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