02 de octubre de 2012
Martes de la Vigésimo Sexta
Semana Durante el Año
Lecturas de
hoy:
Job 3, 1-3. 11-17. 20-23 / Salmo 87, 2-8 Señor, que mi plegaria llegue a tu presencia.
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según
san Lucas 9, 51-56
Cuando estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al
cielo, Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén y envió mensajeros
delante de él. Ellos partieron y entraron en un pueblo de Samaría para
prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron porque se dirigía a Jerusalén.
Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le
dijeron: «Señor, ¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?»
Pero él se dio vuelta y los reprendió. Y se fueron a otro pueblo.
Palabra del Señor.
MEDITACION
Cuando se acercaba el momento en que se cumpliera lo
que venía anunciando desde hace un tiempo: que «El Hijo del hombre va a ser
entregado en manos de los hombres» (Lc 9,44), «sufrir mucho, ser rechazado por los
ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte» (Lc 9,22), en vez de lamentarse
diciendo: «¿Por qué no me morí al nacer?
¿Por qué no expiré al salir del vientre materno?» (1L), «porque
estoy saturado de infortunios, y mi vida está al borde del Abismo» (Sal). En vez de eso, que podría ser muy
natural, «Jesús se encaminó decididamente
hacia Jerusalén». Decididamente, aun sabiendo con certeza lo que iba a
pasar. Es que nadie le quita la vida, sino que Él la da por sí mismo (Jn 10,18). Obediente hasta el
fin a su Padre (Flp 2,8).
Por su lado, los discípulos –representándonos muy
bien, en nuestras debilidades y distancia con el Señor- reaccionan con buena
intención, pero absolutamente fuera de la sintonía con su Maestro, quien «se dio vuelta y los reprendió». Porque
él va delante de ellos (y de nosotros). Siempre. En esto y en todo. No se
castiga la disidencia, se acepta que todos somos diferentes y pensamos y
actuamos de distinta manera.
Infúndenos misericordia, Señor; enséñanos
misericordia, Señor; auméntanos la misericordia, Señor. Por tu misma
misericordia. Así sea.
Trabajando para
lograr la unidad que consiga que el mundo crea en Su Paz, Amor y Alegría,
Miguel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario