8 de septiembre de 2012
Natividad de S. Virgen María
Lecturas de
hoy:
Miqueas
5, 1-4 / Salmo Sal 12, 6 Yo desbordo de alegría en el Señor.
EVANGELIO
+ Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 1,
1-16. 18-23
Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham:
Abraham fue padre de Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de
sus hermanos. Judá fue padre de Fares y de Zará, y la madre de estos fue Tamar.
Fares fue padre de Esrón; Esrón, padre de Arám; Arám, padre de Aminadab;
Aminadab, padre de Naasón; Naasón, padre de Salmón. Salmón fue padre de Booz, y
la madre de este fue Rahab. Booz fue padre de Obed, y la madre de este fue Rut.
Obed fue padre de Jesé; Jesé, padre del rey David.
David fue padre de Salomón, y la madre de este fue la que
había sido mujer de Urías. Salomón fue padre de Roboám; Roboám, padre de Abías;
Abías, padre de Asá; Asá, padre de Josafat; Josafat, padre de Jorám; Jorám,
padre de Ozías. Ozías fue padre de Joatám; Joatám, padre de Acaz; Acaz, padre
de Ezequías; Ezequías, padre de Manasés. Manasés fue padre de Amón; Amón padre
de Josías; Josías, padre de Jeconías y de sus hermanos, durante el destierro en
Babilonia.
Después del destierro en Babilonia: Jeconías fue padre de
Salatiel; Salatiel, padre de Zorobabel; Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre
de Eliacím; Eliacím, padre de Azor. Azor fue padre de Sadoc; Sadoc, padre de
Aquím; Aquím, padre de Eliud; Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán;
Matán, padre de Jacob. Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual
nació Jesús, que es llamado Cristo.
Este fue el origen de Jesucristo:
María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando
todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente,
resolvió abandonarla en secreto.
Mientras pensaba en esto, el Angel del Señor se le apareció
en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa,
porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará
a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su
Pueblo de todos sus pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor
había anunciado por el Profeta: La
Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el
nombre de Emanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
Le pedimos a nuestro Santo Padre que nos ayude con
esta meditación.
“El pasaje evangélico que acabamos de escuchar
amplía nuestros horizontes. Presenta la historia de Israel desde Abraham como
una peregrinación que, con subidas y bajadas, por caminos cortos y por caminos
largos, conduce en definitiva a Cristo. La genealogía con sus figuras luminosas
y oscuras, con sus éxitos y sus fracasos, nos demuestra que Dios también
escribe recto en los renglones torcidos de nuestra historia. Dios nos deja
nuestra libertad y, sin embargo, sabe encontrar en nuestro fracaso nuevos
caminos para su amor. Dios no fracasa. Así esta genealogía es una garantía de
la fidelidad de Dios, una garantía de que Dios no nos deja caer y una
invitación a orientar siempre de nuevo nuestra vida hacia él, a caminar siempre
nuevamente hacia Cristo” (Homilía durante la
Santa Misa celebrada delante del Santuario de Mariazell,
08/09/2007).
Y el plan completo de Dios es «que dé a luz la que debe ser madre […]. El se mantendrá de pie y los
apacentará con la fuerza del Señor, con la majestad del nombre del Señor, su
Dios. Ellos habitarán tranquilos, porque él será grande hasta los confines de
la tierra. ¡Y él mismo será la paz!.» (1L). Para ese fin, primero debía nacer esa mujer. Nueve
meses después de la Fiesta
de la Inmaculada
Concepción de María, celebramos su nacimiento. Posteriormente
ella podría cantar «¡Cantaré al Señor
porque me ha favorecido!» (Sal).
Oremos con Su Santidad en la misma ocasión ya
señalada: "’Muéstranos a Jesús’. Con esta petición a la Madre del Señor nos hemos
puesto en camino hacia este lugar. Esta misma petición nos acompañará en
nuestra vida cotidiana. Y sabemos que María escucha nuestra oración: sí, en
cualquier momento, cuando miramos a María, ella nos muestra a Jesús. Así
podemos encontrar el camino recto, seguirlo paso a paso, con la alegre confianza
de que ese camino lleva a la luz, al gozo del Amor eterno. Amén”.
Con Paz, Amor y
Alegría para entrar en comunión con Dios,
Miguel.
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