Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

jueves, 13 de septiembre de 2012

¿Qué nos falta para vivir esta palabra?



13 de septiembre de 2012
Jueves de la Vigésimo Tercera Semana Durante el Año

Lecturas de hoy:
I Corintios 8, 1-7. 11-13 / Salmo 138, 1-3. 13-14. 23-24 Señor, llévame por el camino eterno.

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     6, 27-38
Jesús dijo a sus discípulos:
«Yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian. Bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los difaman. Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; al que te quite el manto, no le niegues la túnica. Dale a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames.
Hagan por los demás lo que quieren que los hombres hagan por ustedes. Si aman a aquellos que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque hasta los pecadores aman a aquellos que los aman. Si hacen el bien a aquellos que se lo hacen a ustedes, ¿qué mérito tienen? Eso lo hacen también los pecadores. Y si prestan a aquellos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores, para recibir de ellos lo mismo.
Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada en cambio. Entonces la recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y los malos.
Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes.»
Palabra del Señor.

MEDITACION
Y llegamos tal vez a la página clave para los seguidores de Jesús.
Acá está el contenido profundo del Reino que viene a proclamar. Esta es la Buena Noticia (= evangelio) que se le encargó anunciar. Estos son los frutos que se espera de quien ha acogido la Palabra de Dios. Esto es lo que ha distinguido al cristianismo de cualquier otra creencia, religiosa o no,  ya que «el conocimiento llena de orgullo, mientras que el amor edifica» (1L).
El Señor habla como quien tiene autoridad, porque ha vivido lo que predica.
«Difícilmente se encuentra alguien que dé su vida por un hombre justo; tal vez alguno sea capaz de morir por un bienhechor. Pero la prueba de que Dios nos ama es que Cristo murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores.» (Rm 5,7-8), pero antes de eso «pasó haciendo el bien» (Hch 10,38), porque «no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida» (Mc 10,45), dándola hasta el fin (cf. Jn 13,1), pero «los hombres prefirieron las tinieblas a la luz» (Jn 3,19), sin embargo, en el cúlmen del sufrimiento que le inflinjieron injustamente «Jesús decía: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen"» (Lc 23,34), debido a que es «un Dios bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia» (Jon 4,2) y «Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él» (Jn 3,17).
Nosotros, que nos llamamos cristianos (=seguidores de Cristo) tenemos el mandato (Jn 13,34), y, como si fuera poco, nos provee también de la fuerza para lograrlo, «porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado» (Rm 5,5).
Entonces, ¿qué nos falta para vivir esta palabra?.

Espiritu de Dios llena nuestra vida, hazte espacio en nuestro corazón ocupado por el egoísmo y la falta de consideración por el hermano, danos la fuerza que nos falta y nos falla para amar como era el plan original de Dios. Amén.

Destrabando la lengua para anunciar lo que hemos oído de la Paz, Amor y Alegría  del Reino,
Miguel.

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