29 de septiembre de 2012
Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael
Lecturas de
hoy:
Daniel
7, 9-10.13-14 / Salmo 137, 1-5 Te cantaré en presencia de los ángeles, Señor.
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según
san Juan 1, 47-51
Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: «Este es un verdadero
israelita, un hombre sin doblez.»
«¿De dónde me conoces?», le preguntó Natanael.
Jesús le respondió: «Yo te vi antes que Felipe te llamara,
cuando estabas debajo de la higuera.»
Natanael le respondió: «Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú
eres el Rey de Israel.»
Jesús continuó: «Porque te dije: "Te vi debajo de la
higuera", crees. Verás cosas más grandes todavía.»
Y agregó: «Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los
ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
Los ángeles son mensajeros de Dios. Hoy la Iglesia celebra a los tres
que aparecen mencionados en la
Biblia.
Miguel significa "¿Quién como Dios? De él se
dice que cuando no existía mundo hubo una rebelión de ángeles y él capitaneó a
los leales hasta vencer y expulsar a los otros «Y así fue precipitado el enorme
Dragón, la antigua Serpiente, llamada Diablo o Satanás, y el seductor del mundo
entero fue arrojado sobre la tierra con todos sus ángeles» (Apoc 12,7-9); se volvieron a enfrentar
en otro momento (Jd 1,9) y, cuando termine la historia humana,«se alzará
Miguel, el gran Príncipe, que está de pie junto a los hijos de tu pueblo […] En
aquel tiempo, será liberado tu pueblo» (Dan 12,1).
Gabriel significa: "Dios es mi protector".
Él es el gran comunicador de Dios, ya que anuncia al Mesías en el Antiguo
Testamento (Dan 9,20-27) y también en el Nuevo:
a Zacarías (Lc 1,19) y a María (Lc 1,26).
Rafael significa "Dios sana". Fue enviado
para curar la ceguera a Tobit y Sara «a fin de que viera con ellos la luz de
Dios» (Tob 3,16-17) y para guiar a Tobías,
porque «un ángel bueno lo acompañará, él hará un buen viaje y
volverá sano» (Tob 5,4-22).
Nosotros podremos ver a «los ángeles de Dios», cuando estemos atentos a los mensajeros y
las intervenciones que el Señor siempre realiza –aunque no de manera demasiado
evidente- para liberarnos, para comunicarnos su Palabra y para sanarnos de
diversos males. Y, mejor aún, si nosotros mismos nos hacemos ángeles o
mensajeros del amor, la fidelidad y la misericordia del Padre de los cielos.
«Te doy gracias, Señor, de todo corazón, te cantaré
en presencia de los ángeles. Daré gracias a tu Nombre por tu amor y tu
fidelidad. Me respondiste cada vez que te invoqué y aumentaste la fuerza de mi
alma» (Sal). Permítenos hacer otro tanto con nuestros hermanos. Así sea.
Buscando hacerse
servidor de todos para ganar la
Paz, el Amor y la
Alegría del Reino,
Miguel.
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