Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

viernes, 28 de septiembre de 2012

Atisbando algo de la obra que hace Dios en Jesús



28 de septiembre de 2012
Viernes de la Vigésimo Quinta Semana Durante el Año

Lecturas de hoy:
Eclesiastés 3, 1-11 / Salmo 143, 1-4 Bendito sea el Señor, mi Roca.

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     9, 18-22
Un día en que Jesús oraba a solas y sus discípulos estaban con él, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?»
Ellos le respondieron: «Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los antiguos profetas que ha resucitado.»
«Pero ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy yo?»
Pedro, tomando la palabra, respondió: «Tú eres el Mesías de Dios.»
Y él les ordenó terminantemente que no lo dijeran a nadie.
«El Hijo del hombre, les dijo, debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día.»
Palabra del Señor.

MEDITACION
«Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol» (1L). El Maestro no hace estas preguntas en cualquier momento.
Ha pasado por una serie de situaciones: Jesús sale de su pueblo y  decide integrarse a la comunidad del profeta que atraía a la gente de su tiempo (Lc 3,21); luego, para profundizar en su espiritualidad, se retira al desierto (Lc 4,1-13); a continuación, comienza su ministerio en su tierra (Lc 4,14-15); en las Escrituras encuentra y comunica su “programa”: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor.» (Lc 4,18-19); de inmediato comienza a experimentar el rechazo (Lc 4,28-29); pero, en otros lugares despierta admiración (Lc 4,36-37); posteriormente, prosiguió curando y predicando (Lc 4,38-44).
Después, sus discípulos y él vivieron variadas experiencias (Lc 5,1-7); lo veían hacer milagros y hacer vida de oración (Lc 5,12-16); sanando y llamando más discípulos, enfrentándose a las autoridades, hasta el momento de formar la comunidad en la que vivirían y compartirían su fe (Lc 6,12-16), donde son testigos privilegiados del arrastre popular que Él tenía (Lc 6,17-19), y del desarrollo de la imagen de Dios y su Reino en su enseñanza, que se manifiesta en su compasión activa aliviando los dolores de los demás. Hasta llegar a dos momentos cúlmines: los envía a replicar palabras y acciones que le habían visto, para en la siguiente ocasión, realizar el gran signo de la multiplicación de los panes.
Ya era tiempo, entonces, de recapitular, para despejar dudas y malentendidos, para dar luz sobre sí mismo y su auténtica misión.
Y, como los grandes Maestros, su lección empezará con preguntas para saber desde dónde arrancan sus percepciones. Luego, de a poco, irá abriendo sus mentes al misterio total de la Encarnación del Hijo de Dios por amor. Lo que les costará –y aún nos cuesta- mucho comprender, porque «El hizo todas las cosas apropiadas a su tiempo, pero también puso en el corazón del hombre el sentido del tiempo pasado y futuro, sin que el hombre pueda descubrir la obra que hace Dios desde el principio hasta el fin» (1L).

«Señor, ¿qué es el hombre para que tú lo cuides, y el ser humano, para que pienses en él?» (Sal): Nada frente a tu grandeza; todo para tu amor. Gracias, Señor.

Buscando hacerse servidor de todos para ganar la Paz, el Amor y la Alegría del Reino,
Miguel.

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