Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

viernes, 21 de septiembre de 2012

Nuestro testimonio permite que resuene Su Voz por toda la tierra



21 de septiembre de 2012
San Mateo

Lecturas de hoy:
Efesios 4, 1-7. 11-13 / Salmo 18, 2-5  Resuena su eco por toda la tierra.

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     9, 9-13
Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: «Sígueme.» El se levantó y lo siguió.
Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y pecadores, y se sentaron a comer con él y sus discípulos. Al ver esto, los fariseos dijeron a los discípulos: «¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?»
Jesús, que había oído, respondió: «No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.»
Palabra del Señor.

MEDITACION
Toda potencia invasora de otro país hace sentir su poder sobre éste de distintas formas. Una de las más clásicas y más rechazadas era la imposición de impuestos. Pero en el caso del pueblo judío era más humillante por su autoconcepción de único pueblo del Dios Único, al que obligaban a pagar tributo –por lo tanto, ayudar a financiar- a Roma, la nación pagana.
Entonces, un miembro de ese mismo pueblo que se prestara para cumplir con aquella detestable función, era considerado un traidor a las tradiciones más sagradas. Pero, además, al recaudador de impuestos se lo despreciaba por otras dos razones: se hacía “impuro” por manipular la moneda infiel del imperio que, como si fuera poco, tenía una sacrílega imagen del emperador (Mt 22,19-21); y, lo que era más mundanamente grave, en el desarrollo de su función y, tal vez como desquite por el trato recibido, solían ser prepotentes y hasta ladrones.
Todo ese peso de prejuicios tenía encima el pobre Mateo o Leví (Mc 2,14). Pero Jesús vio algo más en él y, como fue enviado no «a llamar a los justos, sino a los pecadores», lo invitó a seguirlo. Su reacción demuestra que el Maestro estaba en lo correcto: «El se levantó y lo siguió», dejando atrás su trabajo y su vida pasada y comportándose, en adelante «de una manera digna de la vocación» que había recibido (1L). De esa manera, y con la forma de vivir de los discípulos fieles del Señor de la Vida, la humanidad puede sentir que «Sin hablar, sin pronunciar palabras, sin que se escuche su voz, resuena su eco por toda la tierra y su lenguaje, hasta los confines del mundo» (Sal).

Danos, Señor, la humildad, mansedumbre y paciencia que necesitamos para soportarnos mutuamente por amor, como nos pide tu Apóstol, aprendiendo a acoger al ser humano que hay detrás de cualquiera que sea la actividad que desempeñe. Así sea.

Poniendo la fe en el Mesías que debe pasar por la cruz para llevarnos a la Paz, el Amor y la Alegría  del Reino,
Miguel.

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