19 de septiembre de 2012
Miércoles de la Vigésimo Cuarta
Semana Durante el Año
Lecturas de
hoy:
I Corintios
12, 31—13, 13 / Salmo 32, 2-5. 12. 22 ¡Feliz el pueblo que el Señor se eligió como
herencia!
EVANGELIO
+ Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 7,
31-35
Dijo el Señor: «¿Con quién puedo comparar a los hombres de
esta generación? ¿A quién se parecen? Se parecen a esos muchachos que están
sentados en la plaza y se dicen entre ellos: "¡Les tocamos la flauta, y
ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!"
Porque llegó Juan el Bautista, que no come pan ni bebe vino,
y ustedes dicen: "¡Ha perdido la cabeza!." Llegó el Hijo del hombre,
que come y bebe, y dicen: "¡Es un glotón y un borracho, amigo de
publicanos y pecadores!." Pero la Sabiduría ha sido reconocida como justa por todos
sus hijos.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
Cada quien tiene sus carismas. ¿Cuántas veces hemos
lamentado que el curita, la hermana o el catequista tal no es como otro?. Jesús
no era ascético, ni Juan se hallaba entre lo cotidiano; Pedro no era fogoso en
la evangelización, pero Pablo no tenía la experiencia viva de las enseñanzas y
la misericordia del Maestro; Benedicto XVI no tiene una personalidad
avasalladora y gran manejo de los medios de comunicación, pero aventaja a Juan
Pablo II en rigurosidad teológica y disciplinaria dentro de la Iglesia… En fin, debemos
tener en cuenta que «ahora vemos como en un
espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo
imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí» (1L).
Y, sobre todo, debemos recordar que de entre las
características personales «la más grande
de todas es el amor» (1L) y que el Señor «ama
la justicia y el derecho, y la tierra está llena
de su amor» (Sal), por lo que alegrémonos de la persona que ha sido
puesta a la cabeza de nuestra comunidad para servirla con amor, oremos por ella
y apoyémosla por nuestro propio bien y el de todos los hermanos.
Y así se cumplirá la Palabra «la Sabiduría ha sido reconocida como justa por todos
sus hijos».
Señor Jesús, que fuiste incomprendido en tu tiempo,
aún por tus más cercanos, danos la luz necesaria para valorar, respetar y
apoyar a las personas que pones en nuestro camino, siempre y en todo lugar.
Amén.
Poniendo la fe
en el Mesías que debe pasar por la cruz para llevarnos a la Paz, el Amor y la Alegría del Reino,
Miguel.
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