15 de agosto de 2012
LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA
Lecturas de
hoy:
Apocalipsis
11, 19; 12, 1-6. 10 / Salmo 44, 10-12. 15-16 Es la reina, adornada con tus joyas y con
oro de Ofir. / I Corintios 15, 20-27
EVANGELIO
+ Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 1,
39-56
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de
Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo
de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu
Santo, exclamó:
«¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el
fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a
visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de
ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del
Señor.»
María dijo entonces:
«Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se
estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque el miró con bondad la pequeñez
de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque
el Todopoderoso he hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su
misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo
temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón.
Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. Colmó de bienes a
los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel,
su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros
padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre.»
María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó
a su casa.
Palabra del Señor.
MEDITACION
La
Asunción no está en la Biblia en forma expresa, pero sí se concluye de la Biblia en forma necesaria.
Recordemos que la Biblia
debe leerse como un todo (2 Tm 3, 16-17), o de lo contrario terminaremos
haciendo decir a la Biblia
lo que no dice. Por eso hay que seguir la guía que nos proporciona la Iglesia (2 Pe 1, 20-21; 1
Tm 3,15) , la cual recibió de Cristo la gracia de enseñar con autoridad (“Quien
les escucha a ustedes, me escucha a mí; quien les rechaza a ustedes, me rechaza
a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado", Lc 10, 16).
Las personas pueden ser asuntas a los cielos como María. Fue
antes el caso de Enoc (Gn 5, 24) o de Elías (2 Re 2, 11-12).
“Llena de
Gracia" le dice el ángel Gabriel (Lc 1, 28), quien también le dice que
Dios está con ella (la maravillosa frase de Lc 1, 28 es “Alégrate, llena de
gracia, el Señor está contigo."); Enoc anduvo con Dios, pero Dios estaba
con María. El mismo Dios, por su mensajero, la declara llena de gracia en una
forma permanente pues ha encontrado el favor de Dios (Lc 1, 30) y María acata
en forma totalmente incondicional la voluntad del Altísimo (Lc 1, 38). Es tal
el estado de María, que –antes de la pasión de Jesucristo- puede declarar que
Dios la ha salvado y todas las generaciones la llamarán bienaventurada (Lc 1,
48). Siendo así, es un caso como el de Enoc en grado máximo, pues mereció ser la Madre de Nuestro Señor
(“...has encontrado el favor de Dios" dice el ángel).
"La
Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación
singular en la
Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección
de los demás cristianos" (Catecismo, n. 966).
María nos precedió en el cielo y nos precederá siempre, como
madre del rey que se sienta al lado del trono (Sal 45(44), 7-10).
Así las cosas, el dogma de la Asunción de María es
plenamente bíblico.
El Señor debía entrar en el reposo, y con El el arca: "¡Levántate,
Señor, y ven a tu reposo, tú y el Arca de tu fuerza!" (Sal 132, 8)
Que María es la Nueva Arca se sigue de Apocalipsis 11, 19 y el
texto subsiguiente. Dice San Juan que se abrió el Santuario de Dios en los cielos
y vio el Arca de la Alianza.
¿Y qué es lo que ve exactamente San Juan? La mujer vestida de sol, María.
"Apareció en el cielo una señal grandiosa: una mujer,
vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre
su cabeza. " (Ap 12, 1)
Cuando María va a visitar a Isabel, esta -llena del Espíritu
Santo- pregunta en voz alta:
"Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi
Señor?" (Lc 1. 43)
(www.buscadoresdelreino.com,
fragmentos)
Padre bueno, cuya misericordia alcanza a todos los seres
humanos, generación tras generación; acrecienta nuestra fe, a ejemplo de la de
María, para que seamos capaces de construir con ilusión un mundo más humano,
según tu proyecto. Amén.
Alimentados del
Pan de Vida para practicar la Paz,
el Amor y la Alegría,
a ejemplo de Cristo,
Miguel.
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