Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

martes, 31 de julio de 2012

Todos estamos enfermos de hacer el mal, pero Jesús nos sana


31 de julio de 2012
Martes de la Décimo Séptima Semana Durante el Año

Lecturas de hoy:
Jeremías 14, 17-22 / Salmo 78, 8. 9. 11. 13 Señor, por el honor de tu Nombre, líbranos.

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     13, 36-43
Dejando a la multitud, Jesús regresó a la casa; sus discípulos se acercaron y le dijeron: «Explícanos la parábola de la cizaña en el campo.»
El les respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los que pertenecen al Reino; la cizaña son los que pertenecen al Maligno, y el enemigo que la siembra es el demonio; la cosecha es el fin del mundo y los cosechadores son los ángeles.
Así como se arranca la cizaña y se la quema en el fuego, de la misma manera sucederá al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y estos quitarán de su Reino todos los escándalos y a los que hicieron el mal, y los arrojarán en el horno ardiente: allí habrá llanto y rechinar de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre.
¡El que tenga oídos, que oiga!»
Palabra del Señor.

MEDITACION
Impresiona, al leer textos como el evangelio que se nos presenta hoy, que haya cristianos que afirman que basta la fe para “salvarse”. Contradicen a Jesús, quien afirma que en «la cosecha […del] fin del mundo» Él hará que quiten «de su Reino todos los escándalos y a los que hicieron el mal, y los arrojarán en el horno ardiente».
Pero no se trata de juzgar ni de polemizar, ya que cada uno es responsable de su propia conducta ante Dios (Catecismo 1734), por lo que, si se comprende de esa manera la revelación, debe asumir una forma de vivir coherente con este mensaje: hacer el “bien” o el “mal” no da lo mismo.
¿Qué es hacer el bien? Amar al prójimo tanto como nos preocupamos y nos ocupamos de nuestro propio bienestar (Mt 22,39), siendo, como el mismo Maestro, compasivos con los dolores y necesidades del otro (Mc 8,2), que es tan hijo de Dios como yo (Ef 4,6).
¿Qué es hacer el mal? Lo contrario de lo anterior, por cierto. No querer ver en el otro, especialmente en el necesitado, a Cristo y servirlo (cf. Mt 25,41-46; Stgo 2,5-7).
Pero, como nos ha enseñado el mismo Señor y sus enviados, nadie puede hacer siempre el bien, todos debemos decir «hemos pecado contra ti» (1L), más aún, hacemos el mal que no queremos hacer (Rom 8,19), por lo que todos necesitamos del Señor que nos libere de esto (Sal).
Para sanar esa enfermedad de nuestra naturaleza herida (Lc 5,31-32) es que vino el Hijo de Dios a vivir nuestras experiencias humanas, haciéndose semejante en todo a nosotros (Heb 2,17), excepto en la tendencia a desobedecer la voluntad del Padre, que es otra forma de decir Pecado (Heb 4,15) y, desde esa experiencia, enseñarnos cómo vencer nuestras tentaciones y apoyarnos durante ese caminar.

Sánanos, Señor. De la enfermedad del egoísmo, de la enfermedad de la indiferencia frente al mal, de la enfermedad de la falta de compasión. Sánanos, en fin, de todo lo que conoces bien que padecemos y guíanos en el camino a ser compasivos y servidores como tú.

Buscando multiplicar solidariamente el pan de la Paz, el Amor  y la Alegría,
Miguel.

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