Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

martes, 12 de junio de 2012

Para que el mundo pierda lo desabrido y salga de la oscuridad Dios necesita la sal y luz cristianas


12 de junio de 2012
Martes de la Décima Semana Durante el Año

Lecturas de hoy:
I Reyes 17, 7-16 / Salmo  4, 2-5. 7-8 Muéstranos, Señor, la luz de tu rostro.

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     5, 13-16
Jesús dijo a sus discípulos:
Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa.
Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo.
Palabra del Señor.

MEDITACION
El hombre y la mujer de Dios para poder ser « sal de la tierra » o « luz del mundo » son asistidos por el mismo « Padre que está en el cielo » (cf. Lc 12,12), como le ocurrió al profeta Elías (1L), a quien hasta de sus necesidades materiales se ocupa (cf. Mt 6,25-34), sin fallarle nunca (cf. Mt 7,9-11). Y aún hoy es recordado como uno de los más grandes profetas del Antiguo Testamento (cf. Mt 11,14; Mal 3, 23-24), pues su labor sazonó e iluminó a su pueblo durante el tiempo que ejerció su ministerio.
Es que el Señor quiere que el mundo pierda el gusto desabrido que lo caracteriza y que los hombres y mujeres que lo habitan salgan de la oscuridad del anti-amor, con la sal y luz cristianas. Para eso necesita de nuestros brazos, nuestra voz, nuestro corazón. Sin embargo, por importante que sea la misión, no nos obliga: por eso la sal puede “perder sabor” o la luz estar “debajo de un cajón”.

Nunca dejamos de sorprendernos, Señor, al ver que, siendo Todopoderoso, invitas, inspiras, guías a realizar tu voluntad, pero nunca nos fuerzas. Danos el sabor que a nuestra sal le falta y la potencia de la que nuestra luz carece, para realizar la misión que nos encomiendas. Tú, que en la angustia nos diste un desahogo: ten piedad de nosotros y escucha nuestra oración. Amén.

Paz, Amor y Alegría alimentados por su entrega total,
Miguel.

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