Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

lunes, 4 de junio de 2012

Hemos recibido gracias para construir paz


4 de junio de 2012
Lunes de la Novena Semana del Tiempo Común

Lecturas de hoy:
II Pedro 1, 2-7 / Salmo  90, 1-2. 14-16 Dios mío, confío en ti.

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos     12, 1-12
Jesús se puso a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos:
«Un hombre plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero.
A su debido tiempo, envió a un servidor para percibir de los viñadores la parte de los frutos que le correspondía. Pero ellos lo tomaron, lo golpearon y lo echaron con las manos vacías.
De nuevo les envió a otro servidor, y a este también lo maltrataron y lo llenaron de ultrajes. Envió a un tercero, y a este lo mataron. Y también golpearon o mataron a muchos otros.
Todavía le quedaba alguien, su hijo, a quien quería mucho, y lo mandó en último término, pensando: "Respetarán a mi hijo." Pero los viñadores se dijeron: "Este es el heredero: vamos a matarlo y la herencia será nuestra." Y apoderándose de él, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña.
¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá, acabará con los viñadores y entregará la viña a otros.
¿No han leído este pasaje de la Escritura: La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: esta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos?»
Entonces buscaban la manera de detener a Jesús, porque comprendían que esta parábola la había dicho por ellos, pero tenían miedo de la multitud. Y dejándolo, se fueron.
Palabra del Señor.

MEDITACION
Mientras el evangelio nos trae una historia violenta –anuncio profético de los hechos que viviría el mismo Jesús-, la primera lectura comienza diciendo: « Lleguen a ustedes la gracia y la paz en abundancia », lo que Pedro agrega a continuación explica la diferencia de “climas”: «…por medio del conocimiento de Dios y de Jesucristo, nuestro Señor». Ese conocimiento fue el que le faltó al pueblo judío (simbolizado en los viñadores de la parábola) para acoger al Hijo del mismo Dios que ellos conocían privilegiadamente sobre otros pueblos (cf. Sal 147, 19-20) y eran los únicos que le adoraban. Pero –la naturaleza humana es así- se resistieron a aceptar que ese que creían conocer bien, fuese más de lo que aparentaba (cf. Mt 13, 55-56). No podían creer que fuese de la misma naturaleza del Santísimo (cf. Jn 10, 33), ni aún viendo las obras que realizaba (cf. Jn 10, 37-38).
Sigamos escuchando a Pedro, para que recojamos el mensaje que nos llega a los seguidores de Jesús hoy, para que no nos ocurra lo mismo que al pueblo elegido « Su poder divino, en efecto, nos ha concedido gratuitamente todo lo necesario para la vida y la piedad, haciéndonos conocer a aquel que nos llamó por la fuerza de su propia gloria. Gracias a ella, se nos han concedido las más grandes y valiosas promesas, a fin de que ustedes lleguen a participar de la naturaleza divina, sustrayéndose a la corrupción que reina en el mundo a causa de los malos deseos. Por esta misma razón, pongan todo el empeño posible en unir a la fe, la virtud; a la virtud, el conocimiento; al conocimiento, la templanza; a la templanza, la perseverancia; a la perseverancia, la piedad; a la piedad, el espíritu fraternal, y al espíritu fraternal, el amor.»
Señor, como nos invita el salmista, te decimos que eres nuestro refugio y nuestro baluarte, el Dios en quien confiamos, Aquel que en algún momento de nuestra historia nos hiciste descubrir como Padre, desde el Hijo y por medio del Espíritu Santo. Danos los gracias necesarias para realizar la obra que esperas de nosotros a fin de hacer llegar tu paz en abundancia a todos los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Amén.

Paz, Amor y Alegría unidos al Dios Comunidad,
Miguel.

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