7 de abril de 2012
Sábado Santo
Lecturas de la Vigilia Pascual:
Génesis 1, 26-31a / Salmo 103, 1-2a. 5-6. 10. 12. 13-14ab. 24. 35 Señor, envía tu Espíritu y renueva toda la tierra. / Génesis 22, 1-18 / Salmo 15, 5. 8-11 Protégeme, Dios mío, porque en ti me refugio. / Éxodo 14, 15-15, 1a / Salmo Ex 15, 1b-6. 17-18 Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria. / Isaías 54, 5-14 / Salmo 29, 2. 4-6. 11-12a 13b Yo te glorifico, Señor, porque Tú me libraste. / Isaías 55, 1-11 / Salmo Is 12, 2-6 Sacarán aguas con alegría de las fuentes de la salvación. / Baruc 3, 9-15. 32—4, 4 / Salmo 18, 8-11 Señor, Tú tienes palabras de Vida eterna. / Ezequiel 36, 17a. 18-28 / Salmo 41, 3. 5bcd; 42, 3-4 Mi alma tiene sed de Dios. / Romanos 6, 3-11 / Salmo 117, 1-2. 16-17. 22-23 Aleluia, aleluia, aleluia.
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 16, 1-8
Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé compraron perfumes para ungir el cuerpo de Jesús. A la madrugada del primer día de la semana, cuando salía el sol, fueron al sepulcro.
Y decían entre ellas: «¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro?» Pero al mirar, vieron que la piedra había sido corrida; era una piedra muy grande.
Al entrar al sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con una túnica blanca. Ellas quedaron sorprendidas, pero él les dijo: «No teman. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el Crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Miren el lugar donde lo habían puesto. Vayan ahora a decir a sus discípulos y a Pedro que él irá antes que ustedes a Galilea; allí lo verán, como él se lo había dicho.»
Ellas salieron corriendo del sepulcro, porque estaban temblando y fuera de sí. Y no dijeron nada a nadie, porque tenían miedo.
Palabra del Señor.
MEDITACION
Esta noche es la culminación del plan de amor de Dios para nosotros. ese que comenzó cuando nos creó “a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer”; continúa con la prueba de fe de Abraham; sigue con el poder liberador de Dios de su pueblo que estaba en la esclavitud; la manifestación del amor eterno del Señor que nos promete que estaremos “lejos de la opresión, porque nada temerás, lejos del temor, porque no te alcanzará.”; prosigue con el llamado generoso: “¡Busquen al Señor mientras se deja encontrar, llámenlo mientras está cerca!”; seguimos con el anuncio profético acerca de la sabiduría de Dios que: “penetró todos los caminos de la ciencia y se la dio a Jacob, su servidor, y a Israel, su predilecto. Después de esto apareció sobre la tierra, y vivió entre los hombres”; otro anuncio: “Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo: les arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne …Ustedes serán mi Pueblo y yo seré su Dios”. Luego es el apóstol, quien aplica el magno acontecimiento que vivimos a nuestra vida: “Al morir, él murió al pecado, una vez por todas; y ahora que vive, vive para Dios. Así también ustedes, considérense muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús”.
Todo esto se entiende desde el acontecimiento incomprensible del sepulcro vacío: a Jesús no hay que buscarlo como el crucificado muerto, sino en Galilea: el lugar de la vida diaria, donde trabajó, donde anduvo, donde predicó, donde sirvió, donde rió y amó. Por eso, nosotros también estamos invitados a buscarlo y seguirlo no en los lugares de muerte, sino en donde fluye la vida.
Señor, que nos has dado el hermoso regalo de libertar a cuantos por temor a la muerte estábamos de por vida sometidos a esclavitud del pecado, guíanos en el camino de anunciar y celebrar la Vida, viviéndola en plenitud, siendo generosos en la entrega de ella por amor a los hermanos, como hiciste tú, como quieres que hagamos nosotros. Amén.
Paz, Amor y Alegría para tu día y tu vida.
Miguel.
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