Ser fieles a la Palabra que ha sido sembrada en nosotros

29 de marzo de 2012

Jueves de la Quinta Semana de Cuaresma

Lecturas de hoy:

Génesis 17, 3-9 / Salmo Sal 104, 4-9

EVANGELIO

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan     8, 51-59

    Jesús dijo a los judíos:

    «Les aseguro que el que es fiel a mi palabra, no morirá jamás.»

    Los judíos le dijeron: «Ahora sí estamos seguros de que estás endemoniado. Abraham murió, los profetas también, y tú dices: "El que es fiel a mi palabra, no morirá jamás." ¿Acaso eres más grande que nuestro padre Abraham, el cual murió? Los profetas también murieron. ¿Quién pretendes ser tú?»

    Jesús respondió: «Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. Es mi Padre el que me glorifica, el mismo al que ustedes llaman "nuestro Dios", y al que, sin embargo, no conocen. Yo lo conozco y si dijera: "No lo conozco", sería, como ustedes, un mentiroso. Pero yo lo conozco y soy fiel a su palabra.  Abraham, el padre de ustedes, se estremeció de gozo, esperando ver mi Día: lo vio y se llenó de alegría.»

    Los judíos le dijeron: «Todavía no tienes cincuenta años ¿y has visto a Abraham?»

    Jesús respondió: «Les aseguro que desde antes que naciera Abraham, Yo Soy.»

    Entonces tomaron piedras para apedrearlo, pero Jesús se escondió y salió del Templo.

Palabra del Señor.

MEDITACION

“El Señor se acuerda eternamente de su Alianza” tenemos presente con el Salmo, para que recordemos, a nuestra vez, que Dios es fiel a su palabra (cf. 1 Sam 15, 29; Rom 11, 29), al contrario nuestro. Entonces, Jesús hace una promesa para nosotros: “El que es fiel a mi palabra, no morirá jamás”.

Fiel… a su palabra…

Como había sido Abraham, a quien nos trae la primera lectura, hecho “extraordinariamente fecundo: de ti suscitaré naciones, y de ti nacerán reyes. Estableceré mi alianza contigo y con tu descendencia a través de las generaciones. Mi alianza será una alianza eterna, y así yo seré tu Dios y el de tus descendientes”. Es decir, en su descendencia, no murió eternamente, por haber sido fiel a la palabra de Dios o en virtud de su fe, como diría Pablo (cf. Rom 4,3; Sant 2, 23).

¿Eres de quienes son fieles a la Palabra que ha sido sembrada durante tu vida, dando frutos de Vida eterna? o ¿estás entre aquellos a quienes el Señor califica como mentirosos, porque en sus actitudes desconocen a Dios?

Padre, recordamos permanentemente las maravillas que has obrado en nosotros, tus portentos y los sabios juicios de tu boca, desde la que nos viene la Palabra de amor a la que queremos ser fieles. Confiamos en que, por tu misericordia, nos otorgues esos dones que nos son tan necesarios en esta vida en perspectiva de la futura. Amén.

Paz, Amor y Alegría para tu día y tu vida.

Miguel.