PREPAREMOS EL PRÓXIMO DIA DEL SEÑOR
1 de abril de 2012
Domingo de Ramos en la Pasión del Señor
Lecturas de hoy:
Isaías 50, 4-7 / Salmo Sal 21, 8-9. 17-20. 23-24 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?/ Filipenses 2, 6-11 / Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos Capítulos 14 y 15
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 11, 1-10
Cuando se aproximaban a Jerusalén, estando ya al pie del monte de los Olivos, cerca de Betfagé y de Betania, Jesús envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: «Vayan al pueblo que está enfrente y, al entrar, encontrarán un asno atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo; y si alguien les pregunta: "¿Qué están haciendo?", respondan: "El Señor lo necesita y lo va a devolver en seguida".»
Ellos fueron y encontraron un asno atado cerca de una puerta, en la calle, y lo desataron. Algunos de los que estaban allí les preguntaron: «¿Que hacen? ¿Por qué desatan ese asno?»
Ellos respondieron como Jesús les había dicho y nadie los molestó. Entonces le llevaron en asno, pusieron sus mantos sobre él y Jesús se montó. Muchos extendían sus mantos sobre el camino; otros, lo cubrían con ramas que cortaban en el campo. Los que iban delante y los que seguían a Jesús, gritaban:
«¡Hosana! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
¡Bendito sea el Reino que ya viene,
el Reino de nuestro padre David!
¡Hosana en las alturas!»
Palabra del Señor.
MEDITACION
Continúa manifestándose el misterio de la contradicción humana. El evangelio inaugural de este “Domingo de Ramos” nos muestra a un pueblo eufórico ante la llegada de Jesús a la ciudad santa y, como sabemos, unos días después, tal vez la misma multitud aclamará a Barrabás en desmedro de Jesús.
“El mismo Señor me ha dado una lengua de discípulo, para que yo sepa reconfortar al fatigado con una palabra de aliento”, podemos repetir con Isaías. Y esa lengua que me ha dado Dios no es para dejarse llevar veleidosamente por la multitud, sino para mantenerme firme en mis convicciones, para decir ahora como el Salmo: “Yo anunciaré tu Nombre a mis hermanos, te alabaré en medio de la asamblea”, aunque esa asamblea esté mayoritariamente contra el Señor. Es lo que se esperaría de un seguidor del Maestro, quien como ejemplo nuestro, “se humilló hasta aceptar por obediencia la muerte y muerte de cruz”, como nos recuerda Pablo, cuando le hubiese sido más fácil dejarse llevar por el criterio mayoritario, como vemos en el relato de la Pasión.
Tú eres, Señor, el rey de los judíos y de la humanidad entera. Un rey humillado por la cobardía. Danos ser como el cireneo, que ante la dificultad del hermano se pone ahí para auxiliar, reconociéndote en el caído y otórganos, además, poder decir, confiados en tu misericordia: “en tus manos encomiendo mi espíritu”.
Paz, Amor y Alegría para tu día y tu vida.
Miguel.
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