Para un mundo más sano: Jesús en primer lugar

27 de marzo de 2012

Martes de la Quinta Semana de Cuaresma

Lecturas de hoy:

Números 21, 4-9 / Salmo 101, 2-3. 16-21 ¡Señor, escucha mi oración!

EVANGELIO

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan     8, 21-30

Jesús dijo a los fariseos:

«Yo me voy, y ustedes me buscarán y morirán en su pecado. Adonde yo voy, ustedes no pueden ir.»

Los judíos se preguntaban: «¿Pensará matarse para decir: "Adonde yo voy, ustedes no pueden ir"?»

Jesús continuó: «Ustedes son de aquí abajo, yo soy de lo alto. Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo. Por eso les he dicho: "Ustedes morirán en sus pecados." Porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados.»

Los judíos le preguntaron: «¿Quién eres tú?»

Jesús les respondió: «Esto es precisamente lo que les estoy diciendo desde el comienzo. De ustedes, tengo mucho que decir, mucho que juzgar. Pero aquel que me envió es veraz, y lo que aprendí de él es lo que digo al mundo.»

Ellos no comprendieron que Jesús se refería al Padre.

Después les dijo: «Cuando ustedes hayan levantado en alto al Hijo del hombre, entonces sabrán que Yo Soy y que no hago nada por mí mismo, sino que digo lo que el Padre me enseñó. El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada.»

Mientras hablaba así, muchos creyeron en él.

Palabra del Señor.

MEDITACION

Junto con tanta pregunta incrédula de los contemporáneos de Jesús, la liturgia de hoy nos regala como primera lectura aquella que se evocó el cuarto domingo de Cuaresma: “De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en Él tengan Vida eterna.” (Jn 3, 14-15). En el relato que nos trae el libro de los Números, Dios en su representante Moisés, es objeto de los cuestionamientos a su plan de salvación. Pero el Señor no quiere que prevalezca el mal, por lo que provee el antídoto para el veneno de las serpientes: levantar en alto una imagen.

Este día Dios también quiere proporcionarnos un antídoto para el mal que aqueja a nuestro mundo: el Hijo del hombre e Hijo de Dios debe ser puesto por encima de todo. Él es el remedio para nuestro mundo enfermo. Si Él fuese puesto por encima de todo, nuestro mundo sería mejor.

Pero los cristianos no podemos ser personas desesperanzadas, ni menos amargadas. Así que no basta constatar el problema, sino preguntarnos, sobre todo en el contexto de nuestra Cuaresma: ¿qué estoy haciendo para que el Señor esté en primer lugar en mi vida, en la de los que nos rodean y en nuestra sociedad?

Señor, escucha nuestra oración, que llegue a ti nuestro clamor; para que podamos ser instrumentos que ayuden  a formar un pueblo renovado que te alabe siempre y en todo lugar.

Paz, Amor y Alegría para tu día y tu vida.

Miguel.