31 de marzo de 2012
Sábado de la Quinta Semana de Cuaresma
Lecturas de hoy:
Ezequiel 37, 21-28 / Salmo Jer 31, 10-12ab. 13 El Señor nos cuidará como un pastor.
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 11, 45-57
Al ver lo que hizo Jesús, muchos de los judíos que habían ido a casa de María creyeron en él. Pero otros fueron a ver a los fariseos y les contaron lo que Jesús había hecho.
Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron un Consejo y dijeron: «¿Qué hacemos? Porque este hombre realiza muchos signos. Si lo dejamos seguir así, todos creerán en él, y los romanos vendrán y destruirán nuestro Lugar santo y nuestra nación.»
Uno de ellos, llamado Caifás, que era Sumo Sacerdote ese año, les dijo: «Ustedes no comprenden nada. ¿No les parece preferible que un solo hombre muera por el pueblo y no que perezca la nación entera?»
No dijo eso por sí mismo, sino que profetizó como Sumo Sacerdote que Jesús iba a morir por la nación, y no solamente por la nación, sino también para congregar en la unidad a los hijos de Dios que estaban dispersos.
A partir de ese día, resolvieron que debían matar a Jesús. Por eso él no se mostraba más en público entre los judíos, sino que fue a una región próxima al desierto, a una ciudad llamada Efraím, y allí permaneció con sus discípulos.
Como se acercaba la Pascua de los judíos, mucha gente de la región había subido a Jerusalén para purificarse. Buscaban a Jesús y se decían unos a otros en el Templo: «¿Qué les parece, vendrá a la fiesta o no?» Los sumos sacerdotes y los fariseos habían dado orden de que si alguno conocía el lugar donde él se encontraba, lo hiciera saber para detenerlo.
Palabra del Señor.
MEDITACION
¿Qué había hecho Jesús en el episodio previo al relato de hoy del evangelio? Había manifestado el amor y poder de Dios con un bello signo: resucitar a un muerto, Lázaro. Sigue siendo signo de contradicción. Unos creyeron y otros fueron como a “acusarlo” a las autoridades… ¡Y éstas en vez de alegrarse se escandalizan!. Temen perder poder político. Se desencadena la persecución. Pero, de manera misteriosa, se desarrolla a la vez el plan de Dios: se acerca la Salvación.
Se cumplirá finalmente la profecía de la primera lectura: “Mi servidor David reinará sobre ellos y todos ellos tendrán un solo pastor. Estableceré para ellos una alianza de paz, que será para ellos una alianza eterna. Los instalaré, los multiplicaré y pondré mi Santuario en medio de ellos para siempre. Mi morada estará junto a ellos: yo seré su Dios y ellos serán mi Pueblo”. Pero para llegar a eso, habrá que pasar por la Pasión, que estamos prontos a conmemorar.
¿Cómo va tu preparación para Semana Santa y para el establecimiento definitivo del Reino?
¡Escuchen, naciones, la palabra del Señor, anúncienla en las costas más lejanas! Él cambiará nuestro duelo en alegría, nos alegrará y nos consolará de nuestras aflicciones. Bendito seas, Señor.
Paz, Amor y Alegría para tu día y tu vida.
Miguel.
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