Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

sábado, 25 de febrero de 2012

Aprendiendo del Señor sus caminos de compasión y solidaridad

25 de febrero de 2012
Sábado después de Cenizas

Lecturas de hoy:
Isaías 58, 9b-14 / Salmo 85, 1-6 ¡Enséñame tu camino, Señor!

+ EVANGELIO de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     5, 27-32
Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: «Sígueme.» El, dejándolo todo, se levantó y lo siguió.
Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos. Los fariseos y los escribas murmuraban y decían a los discípulos de Jesús: «¿Por qué ustedes comen y beben con publicanos y pecadores?»
Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: «No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan.»
Palabra del Señor.

MEDITACION
Si de nosotros dependiera, es probable que la lista de santos sería menor y bastantes servidores del pueblo de Dios no tendrían lugar en nuestras comunidades.
Eso ocurriría debido a que juzgamos por las apariencias y no tenemos forma de saber lo que hay en el corazón de los demás, donde el Señor sí penetra y descubre todos sus secretos.
Leví para nosotros sería sólo un abusador, un ladrón y un servidor de la fuerza de ocupación, por lo que no podríamos imaginar que en su íntima oración pudiera pedir, como en el Salmo: “Tú, Señor, eres bueno e indulgente, rico en misericordia con aquellos que te invocan: ¡atiende, Señor, a mi plegaria, escucha la voz de mi súplica!. ¡Enséñame tu camino, Señor!”? Ante un corazón contrito y humillado de esta manera, Jesús debía responder con la actitud acogedora aprendida de su Padre.
Nosotros, si somos conscientes de no ser de los sanos, por lo que hemos necesitado y hemos recibido auxilio del médico misericordioso que es Dios, inspirados en la palabra de Dios que nos trae la primera lectura, debemos tener dos actitudes en consecuencia: primero, intentar mirar a los demás con los ojos con que Él los ve, eliminando “todos los yugos, el gesto amenazador y la palabra maligna”; y, en segundo lugar, ofrecer “pan al hambriento” saciando “al que vive en la penuria”.
Así demostraríamos que hemos aprendido el camino del Señor y nos hemos convertido.
Gracias, Señor, porque no viniste para los justos, sino para nosotros, los pecadores y nos impulsas a seguir tus caminos compasivos y solidarios.

Paz, Amor y Alegría para tu día y tu vida.
Miguel.

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