Este Domingo celebramos la Fiesta del Bautismo del Señor con una liturgia presidida por el ministro Dionisio.
Comenzó su comentario del Evangelio (Mt 3, 13-17) recordando que el domingo anterior celebramos la Epifanía del Señor y la fiesta de hoy es otra manifestación del misterio de Dios en Jesucristo que se hace solidario con nuestra condición humana.
Apuntó como lo central del mensaje de hoy la humildad de Jesús al dejarse bautizar, pese a no necesitarlo. El querer vivir las mismas penurias de nosotros.
Basándose en el aporte de una hermana, preguntó si alguien había leído alguna vez un Evangelio completo o si alguien busca y lee los textos que la Iglesia propone para cada día del año. Y nos dijo que eso ayuda a aclarar dudas y aumentar la fe.
Porque, argumentó, la fe en Jesús, en lo que hizo y en lo que sigue haciendo alimenta nuestra vida y nos hace comprender que tenemos un Padre Dios que nos ama, nos protege y nos ayuda. Y debemos agradecerle por todo lo bueno y maravilloso que nos da, no sólo acordarnos de Él para culparlo por lo malo que nos sucede.
Nos exhortó, por último, a compartir, ayudar, dar, ya que todos podemos hacer algo por el bien de los demás.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.
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