27 de noviembre de 2012
Martes de la Trigésima Cuarta
Semana Durante el Año
Lecturas:
Apocalipsis 14, 14-19
/ Salmo 95, 10-13 El Señor viene a gobernar la tierra.
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 21, 5-9
Como algunos, hablando del Templo, decían que
estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo: «De todo
lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será
destruido.»
Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo
tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?»
Jesús respondió: «Tengan cuidado, no se dejen
engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: "Soy
yo", y también: "El tiempo está cerca." No los sigan. Cuando
oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto
ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
Nos mantenemos en actitud de espera del
momento en que «el Señor juzgará a los pueblos con rectitud» (Sal), cuando se
diga «ha llegado el tiempo de la cosecha y los sembrados de la tierra están
maduros» (1L). Nosotros también podríamos tentarnos a preguntar: «Maestro,
¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?».
¿Cuándo? ¿Qué pasaría si lo supiésemos?.
Probablemente, nos cruzaríamos de brazos para ponernos en acción poco antes del
momento señalado. No suena tan mal, ¿verdad?. Pero, así como para cualquier
persona no es apropiado lanzarse repentinamente a hacer un deporte, sino que
necesita ejercicios previos, para evitar graves lesiones, de la misma manera
nuestra solidaridad y nuestra fraternidad deben estar en permanente ejercicio,
para que el Señor nos encuentre “en forma” cuando llegue.
Que se haga tu voluntad, Señor, cuando
quieras, como quieras, donde quieras. Así sea.
Que nuestras
obras alaben al Rey de Paz, Amor y Alegría,
Miguel.
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