30 de octubre de 2012
Martes de la Trigésima
Semana Durante el Año
Lecturas:
Efesios 5,
21-33 / Salmo 127, 1-5 ¡Felices los que temen al Señor!
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 13, 18-21
Jesús dijo:
«¿A qué se parece el Reino de Dios?
¿Con qué podré compararlo? Se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró
en su huerta; creció, se convirtió en un arbusto y los pájaros del cielo se
cobijaron en sus ramas.»
Dijo también: «¿Con qué podré comparar
el Reino de Dios? Se parece a un poco de levadura que una mujer mezcló con gran
cantidad de harina, hasta que fermentó toda la masa.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
El Reino no está radicado en el futuro
como solemos creer, sino en el presente: no hay que identificar Reino con la vida
después de la resurrección.
Por eso Jesús no habla en términos de
porvenir, sino en los de actualidad.
El Reino que fue enviado a anunciar es
humilde, pero cuando crece con normalidad puede hasta ofrecer cobijo; también
actúa silenciosa e interiormente hasta lograr impregnarlo todo; además, es
unión profunda como la que existe en una familia (1L) y es a la vez lo que haga
que seamos felices y nos vaya bien (Sal).
En fin, el Reino es todo lo bueno, sano
y fecundo que le da a nuestra vida plenitud y gozo. Por lo que podríamos
resumir diciendo que si lo que está frente a nosotros tiene ese efecto en
nuestra vida y la de los demás, sabemos que es el Reino actuando. No podría ser
de otra manera, si proviene del Padre Bueno (Mc 10,18), quien nos ama entrañablemente
(cf Jn 3,16).
Pero ese mismo criterio nos ayuda a
evaluar cuándo la situación –o incluso nuestra propia actuación- es contraria
al Reino y trabajar por corregirla en nosotros y, en lo que esté en nuestras
manos, en la sociedad en la que vivimos.
Que venga a nosotros tu Reino, Señor. Y
que seamos conscientes de nuestra responsabilidad de bautizados para aportar a
su concreción entre nosotros. Así sea.
Permitiendo que
la fe en el Señor de la Paz, el Amor y la Alegría haga grandes cosas por nosotros,
Miguel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario