Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

miércoles, 29 de agosto de 2012

Un héroe de la fe


29 de agosto de 2012
Martirio de S. Juan Bautista

Lecturas de hoy:
Jeremías 1, 17-19 / Salmo 70, 1-6. 15. 17 Mi boca anunciará tu salvación.

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos     6, 17-29
Herodes, en efecto, había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado. Porque Juan decía a Herodes: "No te es lícito tener a la mujer de tu hermano".
Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo, pero no podía, porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía.
Un día se presentó la ocasión favorable. Herodes festejaba su cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus dignatarios, a sus oficiales y a los notables de Galilea. La hija de Herodías salió a bailar, y agradó tanto a Herodes y a sus convidados, que el rey dijo a la joven: "Pídeme lo que quieras y te lo daré". Y le aseguró bajo juramento: "Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino". Ella fue a preguntar a su madre: "¿Qué debo pedirle?". "La cabeza de Juan el Bautista", respondió esta.
La joven volvió rápidamente adonde estaba el rey y le hizo este pedido: "Quiero que me traigas ahora mismo, sobre una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista".
El rey se entristeció mucho, pero a causa de su juramento, y por los convidados, no quiso contrariarla. En seguida mandó a un guardia que trajera la cabeza de Juan. El guardia fue a la cárcel y le cortó la cabeza. Después la trajo sobre una bandeja, la entregó a la joven y esta se la dio a su madre.
Cuando los discípulos de Juan lo supieron, fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron.
Palabra del Señor.

MEDITACION
Jesús había dicho «Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos» (Mt 5,10). El Reino, entre otras muchas cosas, no es para cobardes. Pero valiente no es el superhéroe de caricaturas, que enfrenta todo tipo de peligros sabiéndose casi invulnerable. En la vida real no existen. 
El héroe de la fe es el que practica la justicia, haciendo o diciendo lo que el Señor le inspira, confiando en lo que le dice Dios: «No te dejes intimidar por ellos […] Ellos combatirán contra ti, pero no te derrotarán, porque yo estoy contigo para librarte» (1L) «Porque tú, Señor, eres mi esperanza y mi seguridad desde mi juventud. En ti me apoyé desde las entrañas de mi madre; desde el seno materno fuiste mi protector» (Sal).
Cuando fuimos bautizados recibimos la triple condición de sacerdotes, profetas y reyes. ¿Cómo anda nuestro profetismo? En las muchas situaciones en que es menester, ¿hemos señalado fuerte y claro: «No te es lícito»? como Juan, el héroe de la fe a quien celebramos hoy, con la certeza de que el Padre bueno no nos deja solos.

Danos el valor, Señor, para aportar a que se haga tu voluntad, señalando injusticias y viviendo como hijos tuyos. Así sea.

Con Paz, Amor y Alegría optando por la luz del Reino,
Miguel.

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