Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

jueves, 2 de agosto de 2012

Inmenso misterio que hay que digerir lentamente


PREPAREMOS EL PRÓXIMO DÍA DEL SEÑOR

5 de agosto de 2012
Décimo Octavo Domingo Durante el Año

Lecturas de hoy:
Éxodo 16, 2-4. 12-15 / Salmo 77, 3-4. 23-25. 54 El Señor les dio como alimento un trigo celestial. / Efesios 4, 17. 20-24

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan     6, 24-35
Cuando la multitud se dio cuenta de que Jesús y sus discípulos no estaban allí, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo llegaste?»
Jesús les respondió: «Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse. Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; porque es él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello».
Ellos le preguntaron: «¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?»
Jesús les respondió: «La obra de Dios es que ustedes crean en aquel que él ha enviado».
Y volvieron a preguntarle: «¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: "Les dio de comer el pan bajado del cielo"»
Jesús respondió: «Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo».
Ellos le dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan».
Jesús les respondió: «Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed».
Palabra del Señor.

MEDITACION
Continúa la catequesis eucarística de Jesús, aprovechando las circunstancias que se producen después de la multiplicación de los panes, al ver que lo «buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse» igual como había sucedido al pueblo errante en el desierto, liberado de la esclavitud, al que se «les dio comida hasta saciarlos» (Sal), «entonces Moisés les explicó: “Este es el pan que el Señor les ha dado como alimento”» (1L).
El Maestro va un poco más allá en la explicación al decir que «mi Padre les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo». Cuando la gente, demostrando no entender en profundidad, le pide: «Señor, danos siempre de ese pan», Jesús avanza un paso más al responderles: «Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed».
El maná, efectivamente, era “pan del cielo”, pero de una forma asombrosamente más fecunda de lo que eran capaces de percibir, al ser símbolo del que ahora se presenta, más apropiadamente de esa manera: Jesús mismo.
Nosotros también podemos extraviarnos en esto y ver sólo un pan común en ese humilde elemento que esconde al Señor de la Vida. Inmenso misterio que hay que digerir lentamente (literal y figurativamente).

Como tus contemporáneos, también te decimos: «Señor, danos siempre de ese pan». Pero esperamos entender mejor el misterio profundo que hay en esa intención: recibirte en nuestra vida. Y esperamos también asumir las consecuencias que esto trae: trabajar por el alimento que permanece hasta la Vida eterna, haciendo de nuestra vida un servicio humilde a todo aquel que esté hambriento de verdad y sediento de justicia. Así sea.

Alimentados del pan de la Paz, el Amor y la Alegría,
Miguel.

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