Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

jueves, 9 de agosto de 2012

Alimentados por Dios para practicar el amor a ejemplo de Cristo


PREPAREMOS EL PRÓXIMO DÍA DEL SEÑOR
12 de agosto de 2012
Domingo de la Décimo Novena Semana Durante el Año

Lecturas de hoy:
I Reyes 19, 1-8 / Salmo 33, 2-9 ¡Gusten y vean que bueno es el Señor! / Efesios 4, 30 – 5, 2

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan     6, 41-51
     Los judíos murmuraban de Jesús, porque había dicho: «Yo soy el pan bajado del cielo». Y decían: «¿Acaso este no es Jesús, el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo puede decir ahora: "Yo he bajado del cielo?"»
    Jesús tomó la palabra y les dijo:
«No murmuren entre ustedes.
Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió;
y Yo lo resucitaré en el último día.
Está escrito en el libro de los Profetas:
"Todos serán instruidos por Dios".
Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza,
viene a mí.
Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de Dios:
sólo Él ha visto al Padre.
Les aseguro que el que cree, tiene Vida eterna.
Yo soy el pan de Vida.
Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron.
Pero éste es el pan que desciende del cielo,
para que aquél que lo coma no muera.
Yo soy el pan vivo bajado del cielo.
El que coma de este pan vivirá eternamente,
y el pan que Yo daré
es mi carne para la Vida del mundo».
Palabra del Señor.

MEDITACION
La imagen del profeta que después de huir de la amenaza, se echa a morir, y en esa circunstancia, después de recibir el mensaje del cielo, «se levantó, comió y bebió, y fortalecido por ese alimento caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta la montaña de Dios» (1L) es bellamente simbólica de lo que enseña hoy el Maestro.
Es que, cuando durante nuestro caminar por esta tierra, nos toca sufrir incomprensiones, dolores y sufrimientos al tratar de «imitar a Dios, como hijos suyos muy queridos», lo que implica practicar «el amor, a ejemplo de Cristo» (2L) –es decir, cuando padecemos por ser fieles al Señor- es en esos momentos que «El Ángel del Señor acampa en torno de sus fieles, y los libra.» (Sal).
¿Cómo actúa ese Ángel? Nos toca con el dedo de Dios (cf. Lc 11,20) y nos dice: «¡Levántate, come, porque todavía te queda mucho por caminar!» (1L).
¿Qué deberemos comer? Lo que nos indica el Señor: «el pan que desciende del cielo, para que aquél que lo coma no muera. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que Yo daré es mi carne para la Vida del mundo».
Nuestro Dios quiere de nosotros una vida de acuerdo a su plan de amor para la humanidad –lo que Jesús llama el Reino-, para lo que Él mismo se encarga de alimentarnos. «¡Gusten y vean qué bueno es el Señor! ¡Felices los que en Él se refugian!» (Sal)

Guíanos, Señor, a tu montaña santa, tu Reino de justicia, verdad, paz, amor y alegría, por la senda de tu Hijo Jesús, alimentados de su Pan de Vida e inspirados por el Espíritu Santo. Amén.

Alimentados del Pan de Vida para practicar la Paz, el Amor y la Alegría, a ejemplo de Cristo,
Miguel.

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