5 de julio de 2012
Jueves de la Décimo Tercera
Semana Durante el Año
Lecturas de
hoy:
Amós 7, 10-17 / Salmo 18, 8-11 Los juicios del Señor son la verdad, enteramente justos.
EVANGELIO
+ Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 9,
1-8
Jesús subió a la barca, atravesó el lago y regresó a su
ciudad. Entonces le presentaron a un paralítico tendido en una camilla. Al ver
la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: «Ten confianza, hijo, tus
pecados te son perdonados.»
Algunos escribas pensaron: «Este hombre blasfema.»
Jesús, leyendo sus pensamientos, les dijo: «¿Por qué piensan
mal? ¿Qué es más fácil decir: "Tus pecados te son perdonados", o
"Levántate y camina"? Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre
tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico-
levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.»
El se levantó y se fue a su casa.
Al ver esto, la multitud quedó atemorizada y glorificaba a
Dios por haber dado semejante poder a los hombres.
Palabra del Señor.
MEDITACION
Es importante evitar leer la Biblia como un libro de
cuentos más o menos interesantes, como un libro de historia o como una
colección de sabiduría. La intención de cada escritor sagrado, y especialmente
de los evangelistas, es transmitir su fe y la de su comunidad. ¿Qué quiere
enseñar Mateo, entonces, con este relato? Explicaba el Papa que “el paralítico
es imagen de todo ser humano al que el pecado impide moverse libremente,
caminar por la senda del bien, dar lo mejor de sí. En efecto, el mal, anidando
en el alma, ata al hombre con los lazos de la mentira, la ira, la envidia y los
demás pecados, y poco a poco lo paraliza” (Angelus, 29/02/2006).
Si el mundo está como está
se debe a que los cristianos no estamos cumpliendo con nuestra misión de hacer
vida el mandamiento del amor, manifestado en consuelo, piedad y caridad activa,
porque somos esclavos de la camilla del egoísmo, que paraliza nuestra
solidaridad, consiguiendo que quienes desde nuestro bautismo hemos sido sacados
“de detrás del rebaño, para profetizar” (1L) que « los
preceptos del Señor son rectos, alegran el corazón; los mandamientos del Señor
son claros, iluminan los ojos » (Sal), para que la humanidad glorifique a Dios « por
haber dado semejante poder a los hombres »
Entonces, podríamos
entender que lo que es necesario descubrir acerca de la misericordia de Dios
para con nosotros, luego de meditar esta historia, es que todos somos
paralíticos que necesitamos ser liberados; todos necesitamos que nuestros
hermanos nos lleven hacia el liberador; y todos debemos llevar hacia la
libertad a quien se encuentre paralizado por el mal.
Aprovechemos palabras de
Benedicto XVI en la misma oportunidad señalada, para hacer oración conclusiva:
“Invoquemos juntos la intercesión de la Virgen María para que todos los hombres se abran
al amor misericordioso de Dios, y así la familia humana pueda sanar en
profundidad de los males que la afligen”.
De la abundancia
del amor recibido, suplir las necesidades de Paz, Amor y Alegría de nuestros
hermanos,
Miguel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario