Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

sábado, 14 de julio de 2012

A proclamar desde los techos el susurro al oído de Dios que nos ama


14 de julio de 2012
Sábado de la Decimo Cuarta Semana

Lecturas de hoy:
Isaías 6, 1-8 / Salmo 92, 1-2.5 ¡Reina el Señor, revestido de majestad!

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     10, 24-33
Jesús dijo a sus apóstoles:
«El discípulo no es más que el maestro ni el servidor más que su dueño. Al discípulo le basta ser como su maestro y al servidor como su dueño. Si al dueño de casa lo llamaron Belzebul, ¡cuánto más a los de su casa! No los teman. No hay nada oculto que no deba ser revelado, y nada secreto que no deba ser conocido. Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo en pleno día; y lo que escuchen al oído, proclámenlo desde lo alto de las casas.
No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo a la Gehena.
¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae en tierra, sin el consentimiento del Padre que está en el cielo. Ustedes tienen contados todos sus cabellos. No teman entonces, porque valen más que muchos pájaros.
Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, yo los reconoceré ante mi Padre que está en el cielo. Pero yo renegaré ante mi Padre que está en el cielo de aquel que reniegue de mí ante los hombres.»
Palabra del Señor.

MEDITACION
En el contexto de los evangelios sobre la misión nuestra, que nace de nuestro bautismo, y sobre la que hemos estado meditando durante este tiempo, junto con Isaías oímos «la voz del Señor que decía: “¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?”» y con Él, podemos y debemos responder: «¡Aquí estoy: envíame!» (1L). El diálogo continúa con sus advertencias sobre las consecuencias que esto nos traerá: la persecución. Pero, a la vez nos advierte: «No temas, porque yo estoy contigo, no te inquietes, porque yo soy tu Dios; yo te fortalezco y te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa.» (Is 41,10), porque valemos más que muchos bellos y libres pájaros del cielo y ningún poder, ni el de «los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma» es mayor que el suyo que «está firme desde siempre», ya que existe «desde la eternidad» (Sal).
¿Hemos escuchado al oído el susurro de Dios que nos ha manifestado que nos ama?. Vamos a proclamarlo «desde lo alto de las casas».

No hay nada nuestro oculto o secreto que no sea conocido por ti, Señor: conoces todas nuestras miserias, pero también nuestros deseos de serte fieles. Auxíílianos en nuestras contradicciones, danos lo que nos falta para vencer nuestros temores y los estragos que causa nuestra naturaleza herida, junto con el valor y la confianza para ser eficientes misioneros del Reino. Así sea.

Intentando estar atentos a los Profetas de la Paz, el Amor y la Alegría,
Miguel.

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