Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

jueves, 12 de julio de 2012

El Señor necesita nuestro testimonio de vida


PREPAREMOS EL PRÓXIMO DÍA DEL SEÑOR
15 de julio de 2012
Décimo Quinto Domingo Durante el Año

Lecturas de hoy:
Amós 7, 12-15 / Salmo 84, 9-14 Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación / Efesios 1, 3-14

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos     6, 7-13
Jesús llamó a los Doce y los envió de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros. Y les ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón; ni pan, ni provisiones, ni dinero; que fueran calzados con sandalias y que no tuvieran dos túnicas.
Les dijo: «Permanezcan en la casa donde les den alojamiento hasta el momento de partir. Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha, al salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos».
Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión; expulsaron a muchos demonios y curaron a numerosos enfermos, ungiéndolos con óleo.
Palabra del Señor.

MEDITACION
Desde que armó su equipo estaba claro que llegaría este momento: al comienzo les había indicado: «Síganme, y yo los haré pescadores de hombres» (Mc 1,17); y, posteriormente, nos cuenta Marcos que «Jesús instituyó a doce para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con el poder de expulsar a los demonios» (Mc 3,14-15), aunque ninguno era «profeta, ni hijo de profetas» , como Amós (1L) y, como él también, fueron sacados de sus distintas ocupaciones para anunciar «la paz para su pueblo y sus amigos» (Sal), para que «los que escucharon la Palabra de la verdad, la Buena Noticia de la salvación, y creyeron en ella» puedan recibir el sello del Espíritu Santo (2L). Y ahora, al fin se produce el envío (apostoloi, en griego, de donde viene la palabra apóstol).
Ya meditamos hace unos días sobre el contenido de la predicación, guiados por Mateo: la conversión al Reino y su justicia, con disposición confiada en que el sustento de la misión es el mismo Señor,  además de hacerlo con generosidad en la entrega, como respuesta al amor de Dios.
Hoy fijémonos en que para Dios es necesario, en primer lugar, que nuestras acciones den testimonio para que nosotros seamos testimonios a la vez. De esta forma: los misioneros (todos los bautizados; nunca olvidemos esto) no se presentan desde las dignidades o el poder, sino desde la pobreza y la humildad, con sólo lo imprescindible y permaneciendo donde los acojan solidariamente. También se testimonia ante el rechazo (cf. Mc 1,44; 13,9), no con violencia, sino con un símbolo (sacudirse el polvo del lugar) para manifestar que no se está de acuerdo con la actitud tomada y como una última llamada a la conversión. Sólo con esa actitud se comienza a predicar acompañando la palabra con signos potentes.

Sigue enviándonos, Señor, a proclamar tu Palabra que promete la paz para su pueblo. Danos, para llevar a cabo la misión que nos encomiendas, sabiduría y valor para obedecer las instrucciones que nos das. Así sea.

Intentando estar atentos a los Profetas de la Paz, el Amor y la Alegría,
Miguel.

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