23 de junio de 2012
Sábado de la Undécima Semana
Durante el Año
Lecturas de
hoy:
lI Crónicas
24, 17-25 / Salmo 88, 4-5. 29-34 Le aseguraré mi amor eternamente.
EVANGELIO
+ Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 6,
24-34
Jesús dijo a sus discípulos:
Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y
amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo.
No se puede servir a Dios y al Dinero.
Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué
van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso
más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido? Miren los pájaros del
cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo,
el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que
ellos? ¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo
instante al tiempo de su vida?
¿Y por qué se inquietan por el vestido? Miren los lirios del
campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer. Yo les aseguro que ni
Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos.
Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y
mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe!
No se inquieten entonces, diciendo: «¿Qué comeremos, qué
beberemos, o con qué nos vestiremos?» Son los paganos los que van detrás de
estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan.
Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por
añadidura. No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí
mismo. A cada día le basta su aflicción.
Palabra del Señor.
MEDITACION
Para los que se sienten más
cómodos en creencias esotéricas, inspiradas en orientalismos y con espíritu
light o quienes se arroban con ingeniosas frases de tarjetas y posters, hay
sentencias en el evangelio de hoy que deben servirles para sus colecciones
particulares: « Nadie
puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro », «¿Quién
de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo
de su vida?», « No se
inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada
día le basta su aflicción.»
Para nosotros, que creemos
en Jesús y su « Padre
que está en el cielo », que
vivimos tratando que sea su Santo Espíritu quien nos guíe, para no merecer el
duro reproche « ¿Por qué quebrantan los mandamientos del Señor?... abandonaron
la Casa del
Señor, el Dios de sus padres » (1L), las palabras de Jesús no pertenecen a una bella e insípida
espiritualidad sin consecuencias para la vida, sino « palabras
de Vida eterna » (Jn 6,68) que nos impulsan a buscar en serio « primero
el Reino y su justicia »,
entendiendo esto como trabajar y luchar para que el Dinero no reemplace a Dios,
creando y fomentando solidaridad y fraternidad. Así nuestras manos aportan para
lograr que a nadie le falte un vestigo mejor que el de los lirios del campo y
para que termine la preocupación acerca de con qué alimentarse. Conscientes de
que esa es la manera activa y efectiva de vivir los mandamientos más
importantes (Mc 12,28-31; 7,8), cumpliendo nuestra parte en la Alianza que tenemos con
Él, quien nos ama y es fiel (cf. Sal).
Enriquécenos con tu
pobreza, Señor, para que no busquemos más que el Reino y su justicia
misericordiosa y providente, trabajando generosamente en lo que nos inspires,
como nos inspires y hacia quienes nos inspires, para ser fieles a la Alianza de amor que
hiciste con nosotros el día de nuestro bautismo. Así sea.
Trabajando para
que germinen las semillas de Paz, Amor y Alegría del Reino,
Miguel.
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