Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

miércoles, 4 de abril de 2012

“Ningún pecado del hombre puede cancelar la misericordia de Dios”

4 de abril de 2012
Miércoles Santo

Lecturas de hoy:
Isaías 50, 4-9a / Salmo Sal 68, 8-10.21-22.31.33-34 En el momento favorable, respóndeme, Dios mío, por tu gran amor.

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     26, 14-25
Uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes y les dijo: «¿Cuánto me darán si se lo entrego?» Y resolvieron darle treinta monedas de plata. Desde ese momento, Judas buscaba una ocasión favorable para entregarlo.
El primer día de los Acimos, los discípulos fueron a preguntar a Jesús: «¿Dónde quieres que te preparemos la comida pascual?»
El respondió: «Vayan a la ciudad, a la casa de tal persona, y díganle: "El Maestro dice: Se acerca mi hora, voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos".»
Ellos hicieron como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua.
Al atardecer, estaba a la mesa con los Doce y, mientras comían, Jesús les dijo: «Les aseguro que uno de ustedes me entregará.»
Profundamente apenados, ellos empezaron a preguntarle uno por uno: «¿Seré yo, Señor?»
El respondió: «El que acaba de servirse de la misma fuente que yo, ese me va a entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre será entregado: más le valdría no haber nacido!»
Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó: «¿Seré yo, Maestro?»
«Tú lo has dicho», le respondió Jesús.
Palabra del Señor.

MEDITACION
Misterio tristemente doloroso fallar a la confianza de otro. Siempre. Más aún en esta historia.
Muchas interpretaciones se ha dado a las motivaciones de Judas, pero en lo que hay consenso es en que su peor pecado no fue la entrega de Jesús (igual y tal vez peor fue la traición de Pedro al negarlo), lo que perdió al Iscariote fue no confiar en la misericordia de Cristo.
Y tú, ¿te sientes demasiado pecador como para que el Señor te perdone? Cuidado. Esa es una grave tentación que siembra en tu corazón el Enemigo. Porque no quiere que sepas que “ningún pecado del hombre puede cancelar la misericordia de Dios, ni impedirle poner en acto toda su fuerza victoriosa, con tal de que la invoquemos. Más aún, el mismo pecado hace resplandecer con mayor fuerza el amor del Padre que, para rescatar al esclavo, ha sacrificado a su Hijo: su misericordia para nosotros es redención.” (Juan Pablo II, Veritatis Splendor Nº 118).
Recordemos que, tal como al profeta, a nosotros también “el mismo Señor nos ha dado una lengua de discípulo, para que sepamos reconfortar al fatigado con una palabra de aliento”. Por lo que en primer lugar, convenzárnonos de que nuestro mal no vence al amor de Dios; y después, sintámonos llamados a anunciar a nuestros hermanos la Buena Noticia de la infinita Misericordia divina.
Con el corazón lleno de gozo por tanto amor inmerecido, cantemos junto al salmista: “alabaré con cantos el nombre de Dios, y proclamaré su grandeza dando gracias; que lo vean los humildes y se alegren,  que vivan los que buscan al Señor: porque el Señor escucha a los pobres y no desprecia a sus cautivos”

Paz, Amor y Alegría para tu día y tu vida.
Miguel.

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