Jesús es el que aprecia al pobre

16 de febrero de 2012

Jueves de la Sexta Semana Durante el Año

Juliana

Lecturas de hoy:

Santiago 2, 1-9 / Salmo 33, 2-3. 4-5. 6-7 El pobre invocó al Señor, y él lo escuchó.

+ EVANGELIO de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos     8, 27-33

Jesús salió con sus discípulos hacia los poblados de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?».

Ellos le respondieron: «Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas.»

«Y ustedes, ¿ quién dicen que soy yo?»

Pedro respondió: «Tú eres el Mesías.» Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran nada acerca de él.

Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días; y les hablaba de esto con toda claridad.

Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo.

Pero Jesús, dándose vuelta y mirando a sus discípulos, lo reprendió, diciendo: «¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres.»

Palabra del Señor.

MEDITACION

Hoy Jesús pregunta (nos pregunta) quién es Él para nosotros.

Con confianza, basada en la escritura (en la primera lectura de hoy, Santiago dice: “¿Acaso Dios no ha elegido a los pobres de este mundo para enriquecerlos en la fe y hacerlos herederos del Reino que ha prometido a los que lo aman? Y sin embargo, ¡ustedes desprecian al pobre!”) y su actitud permanente, reflejada en los relatos que nos traen los evangelios, podemos decir, entre otras cosas, que Jesús es también quien se pone al lado de los pobres, quien defiende al pobre, quien escucha al pobre, quien sana al pobre.

Es decir, al contrario del desprecio que denuncia el apóstol, Jesús es quien aprecia al pobre.

Que el Señor nos dé ojos como los suyos, sentimientos como los suyos y solidaridad como la suya, para buscar la dignidad de los más desposeídos.

Paz, Amor y Alegría para tu día y tu vida.

Miguel.