La fórmula de la tan esquiva felicidad

16 de noviembre de 2012

Viernes de la Trigésima Segunda Semana Durante el Año

Lecturas:

II Juan 4-9 / Salmo 118, 1-2. 10-11. 17-18 Felices los que siguen la ley del Señor.

EVANGELIO

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     17, 26-37

Jesús dijo a sus discípulos:

«En los días del Hijo del hombre sucederá como en tiempo de Noé. La gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, que los hizo morir a todos.

Sucederá como en tiempos de Lot: se comía y se bebía, se compraba y se vendía, se plantaba y se construía. Pero el día en que Lot salió de Sodoma, cayó del cielo una lluvia de fuego y de azufre que los hizo morir a todos. Lo mismo sucederá el Día en que se manifieste el Hijo del hombre.

En ese Día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, no baje a buscarlas. Igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. El que trate de salvar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará.

Les aseguro que en esa noche, de dos hombres que estén comiendo juntos, uno será llevado y el otro dejado; de dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra dejada.»

Entonces le preguntaron: «¿Dónde sucederá esto, Señor?»

Jesús les respondió: «Donde esté el cadáver, se juntarán los buitres.»

Palabra del Señor.

MEDITACION

Hoy recibimos un nuevo llamado a estar atentos. Un llamado urgente. Un llamado esencial.

Y lo necesitamos, porque vivimos como si fuésemos eternos. Peor aún, vivimos como si no supiésemos que una de las verdades de nuestra fe es que somos un pueblo en espera de «el Día en que se manifieste el Hijo del hombre», en su segunda venida, “para juzgar a los vivos y a los muertos” como repetimos en el Credo.

Y será un juicio sobre la calidad de nuestro amor –sobre qué hicimos durante esta espera-, recordando con Pablo que «el amor consiste en vivir de acuerdo con los mandamientos de Dios. Y el mandamiento que ustedes han aprendido desde el principio es que vivan en el amor» (1L). Para ser contados entre quienes son «felices los que van por un camino intachable, los que siguen la ley del Señor» (Sal).

Entonces, esta es la fórmula de la tan esquiva felicidad, que buscamos tanto y tan lejos de aquí.

No queremos ganar la vida de la manera que incentiva la publicidad y los medios masivos, Señor. Por eso te pedimos que llenes nuestra voluntad con el carácter suficiente para “perderla” por ti en el servicio a los demás y asì participar de tu gozo eterno. Amén.

Entregando de nuestras carencias toda la Paz, Amor y Alegría que requieran los hermanos,

Miguel.