25 de septiembre de 2012
Martes de la Vigésimo Quinta
Semana Durante el Año
Lecturas de
hoy:
Proverbios
21, 1-6. 10-13 / Salmo 118, 1. 27. 30. 34. 35. 44 Condúceme, Señor, por la senda de tus
mandamientos.
EVANGELIO
+ Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 8,
19-21
Su madre y sus hermanos fueron a verlo, pero no pudieron
acercarse a causa de la multitud. Entonces le anunciaron a Jesús: «Tu madre y
tus hermanos están ahí afuera y quieren verte.»
Pero él les respondió: «Mi madre y mis hermanos son los que
escuchan la Palabra
de Dios y la practican.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
Tal como meditábamos ayer, Jesús prefiere, antes que
actuar como cualquiera lo haría, es decir, atender a su familia que lo visita, decir
una palabra que sacuda concepciones y entregue una enseñanza. (Lo que no
excluye que después, como buen hijo y persona educada, haya sido hospitalario
con sus visitas).
Como «al hombre le parece que
todo su camino es recto, pero el Señor pesa los corazones» (1L), entonces, enseña que en el Reino no se
ganan títulos por parentezcos o relaciones, sino por acoger con el oído y la
acción «la Palabra de Dios», con
la actitid del que siente «condúceme por
la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo puesta mi alegría» (Sal).
Pidamos humildemente: «instrúyeme, para que observe tu ley y la cumpla de todo corazón» (Sal), y así saber ¿qué mandamientos, qué
Palabra nos hace “madre” y “hermanos” tuyos, Señor?
Escucharemos que «practicar
la justicia y el derecho agrada al Señor más que los sacrificios», porque «el que cierra los oídos
al clamor del débil llamará y no se le responderá» (1L).
Otórganos, si es tu voluntad, Señor, estar entre los
«felices […] que van por un camino
intachable; los que siguen la ley del Señor» (Sal), hermanos tuyos, hijos del Padre de los
Cielos e inundados por el fuego del Espíritu Santo. Amén.
Buscando hacerse
servidor de todos para ganar la
Paz, el Amor y la
Alegría del Reino,
Miguel.
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