Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

jueves, 22 de diciembre de 2011

Preparemos el Próximo Día del Señor

NATIVIDAD DEL SEÑOR
25 de Diciembre de 2011
Ciclo B

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO

Aleluya. Les traigo una buena noticia, una gran alegría:
hoy les ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Aleluya.

Evangelio Lc 2, 1-14
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque donde se alojaban no había lugar para ellos. En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Ángel les dijo: «No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre». Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: «¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres amados por Él!».
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

También se proclamarán los siguientes textos:
Primera Lectura Isaías 9, 1-6
Salmo 95, 1-3.11-13          R. Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor
Segunda Lectura Tito 2, 11-14

jueves, 15 de diciembre de 2011

Preparemos el Próximo Día del Señor

CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO
18 de Diciembre de 2011
Ciclo B
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO

Aleluya. Yo soy la servidora del Señor,
que se haga en mí según tu Palabra. Aleluya.

Evangelio Lc 1, 26-38
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo.» Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin.» María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?» El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios.» María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho.» Y el Ángel se alejó.
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

También se proclamarán los siguientes textos:
Primera Lectura II Samuel 7, 1-5. 8b-12. 14a-16
Salmo 88, 2-3. 4-5. 27. 29    R. Cantaré eternamente el amor del Señor.
Segunda Lectura Romanos 16, 25-27

domingo, 11 de diciembre de 2011

Adviento es un tiempo para ser testigos de la luz

El tercer Domingo de Adviento, celebramos la Eucaristía presidida por el padre Hernán, quien al comenzar su homilía indicó que éste es el “domingo de la alegría” y las lecturas reflejan eso.
En la primera (Isaías 61,1-2a.10-11), el profeta con palabras poéticas describe la alegría de reconstruir el templo, después del exilio; esta sensación se recalca con el Salmo de hoy (Lucas 1,46-48.49-50.53-54), tomado de las palabras de María en la anunciación: “Mi alma se regocija en el Señor”. Posteriormente, Pablo (Tesalonicenses 5,16-24) invita a la alegría en medio de las dificultades.
Por su parte Juan evangelista (Juan 1,6-8.19-28) retoma el tema del Bautista en relación con Jesús, de quien es testigo y que vendrá después de él. Esto ocurre cuando dirigentes del pueblo enviaron una delegación a confrontarlo. Ocurre que se sentía que el tiempo estaba maduro para que viniese el Mesías y querían saber si era él. La actitud de Juan es profundamente cristiana en su humildad.
Luego el padre preguntó si nosotros somos testigos de la luz también, si somos portadores de su palabra. Nos señaló que en medio de las oscuridades de nuestra vida (mencionó a modo de ejemplo el suicidio de jóvenes) se requiere testigos creyentes que hagan creíble el mensaje del Señor entre los demás.
Por eso, nos exhortó a que este tiempo de Adviento lo sintamos como un tiempo para ser testigos de la luz y estar alegres porque la venida del Señor está cerca.
Luego explicó que una forma de ser estos testigos era viviendo una Navidad sencilla, no pagana, que no signifique comer mucho, beber mucho y repartir muchos regalos, sino que recuerde la Primera Navidad, en que no había Santa Claus y Jesús y María lo vivieron como pobres que eran.
Terminó reiterando que era necesario recordarlo para ser auténticos testigos de la luz.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Preparemos el Próximo Día del Señor

TERCER DOMINGO DE ADVIENTO
11 de Diciembre de 2011
Ciclo B

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO

Aleluya. El espíritu del Señor está sobre mí;
él me envió a llevar la buena noticia a los pobres. Aleluya.

Evangelio Jn 1, 6-8. 19-28
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. El no era la luz, sino el testigo de la luz. Este es el testimonio que dio Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén, para preguntarle: «¿Quién eres tú?» El confesó y no lo ocultó, sino que dijo claramente: «Yo no soy el Mesías.» «¿Quién eres, entonces?», le preguntaron: «¿Eres Elías?» Juan dijo: «No.»  «¿Eres el Profeta?» «Tampoco», respondió. Ellos insistieron: «¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?» Y él les dijo: «Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanen el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.» Algunos de los enviados eran fariseos, y volvieron a preguntarle: «¿Por qué bautizas, entonces, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?» Juan respondió: «Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen: él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia.» Todo esto sucedió en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan bautizaba.
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
También se proclamarán los siguientes textos:
Primera Lectura Isaías 61, 1-2a. 10-11
Salmo Lucas 1, 46-48. 49-50. 53-54  R. Mi alma se regocija en mi Dios.
Segunda Lectura I Tesalonicenses 5, 16-24
(Dibujo: Fano)

jueves, 1 de diciembre de 2011

Preparemos el Próximo Día del Señor

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO
4 de Diciembre de 2011
Ciclo B

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO

Aleluya. Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos.
Todos los hombres verán la Salvación de Dios. Aleluya.

Evangelio Mc 1, 1-8
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios. Como está escrito en el libro del profeta Isaías: Mira, yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino. Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos, así se presentó Juan el Bautista en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Toda la gente de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él, y se hacían bautizar en las aguas del Jordán, confesando sus pecados. Juan estaba vestido con una piel de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo: «Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo.»
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

También se proclamarán los siguientes textos:
Primera Lectura Isaías 40, 1-5. 9-11
Salmo 84, 9ab. 10. 11-12. 13-14   R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
Segunda Lectura II Pedro 3, 8-14
(Dibujo: Fano)