El Domingo 28 del año litúrgico lo celebramos con una liturgia presidida por el ministro José.
Nuestro Ministro nos hace la pregunta siguiente: ¿Cuál es nuestra Cena?. Donde varios feligreses contestan que nuestra cena el la comunión, lo que significa que nosostros hemos venido a la "Gran Cena", para de esta manera prepararnos para la cena real que es la que tengamos en el cielo junto a nuestro Padre una vez que seamos llamados junto a él para el gran banquete celestial.
De la misma forma nuestro Ministro nos llama a comulgar, ya que el que viene y no comulga se está perdiendo este banquete y aquí nos hace la siguiente comparación: si él nos invitara a su cumpleaños y nosotros como invitados no comiéramos nada, él como anfitrión se sentiría mal.
Se hace la siguiente pregunta: por qué creen ustedes que hay personas que no se acercan a comulgar? a lo que contestaron:
- Se sienten poco dignos, no se sienten preparados, están en pecado.
- La Sra. Herna hace una acotación distinta a lo preguntado y dice que Chile es una mesa para todos y nos comenta que tenemos que invitar a todos a esta mesa.
- Aquellos que no se sienten dignos, deben saber que existe un acto penitencial, en donde se reconocern los pecados.
Hoy día el acto penitencial consiste en reconocer que uno se ha equivocado (Yo Pecador). Lo importante es saber que el Dios Padre sabe lo que uno ha hecho o no ha hecho, a él no se le puede mentir; asimismo la comunidad también debe saber que uno ha pecado y lo más importante es que uno está arrepentido.
Lo otro que tenemos que tener presente es que nuestra Comunidad no es individual, parte desde Dios con la Trinidad (Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo) y nuestro Ministro concluye diciendo que ojalá todos los que no han comulgada hasta ahora, comiencen a hacerlo ya que así se completa el hecho de asistir a esta Cena a la cual somos invitados.
(Colaboración de Astrid Faúndez)
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío
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