No endurecer el corazón a la voz de Dios

15 de marzo de 2012

Jueves de la Tercera Semana de Cuaresma

Lecturas de hoy:

Jeremías 7, 23-28 / Salmo 94, 1-2. 6-9 ¡Ojalá hoy escuchen la voz del Señor!

EVANGELIO

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     11, 14-23

Jesús estaba expulsando a un demonio que era mudo. Apenas salió el demonio, el mudo empezó a hablar. La muchedumbre quedó admirada, pero algunos de ellos decían: «Este expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios.» Otros, para ponerlo a prueba, exigían de él un signo que viniera del cielo.

Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: «Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra. Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque -como ustedes dicen- yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul. Si yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces. Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza del dedo de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes.

Cuando un hombre fuerte y bien armado hace guardia en su palacio, todas sus posesiones están seguras, pero si viene otro más fuerte que él y lo domina, le quita el arma en la que confiaba y reparte sus bienes.

El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.»

Palabra del Señor.

MEDITACION

La orden de Dios era y sigue siendo clara: “Escuchen mi voz, así yo seré su Dios y ustedes serán mi Pueblo; sigan por el camino que yo les ordeno, a fin de que les vaya bien”, nos transmite Jeremías. Y continúa: “Pero ellos no escucharon ni inclinaron sus oídos, sino que obraron según sus designios, según los impulsos de su corazón obstinado y perverso”.

A ese demonio mudo, el mismo del cual “La verdad ha desaparecido, ha sido arrancada de su boca”, es a quien Jesús está expulsando, cuando el Tentador actúa en la maledicencia, poniéndose contra Él, desparramando lo que intenta recoger de su naturaleza caída para ponerlo en manos de su Padre, intentando dividir el Reino de Dios…

El Señor le dice al profeta en la primera lectura: “Tú les dirás todas estas palabras y no te escucharán; los llamarás y no te responderán».

Como la Palabra de Dios es eterna, al aplicarla a nuestro hoy, debemos preguntarnos si estaremos también en ese grupo de los que exigimos signos portentosos y luego los atribuyen al poder equivocado, porque tienen “el corazón obstinado y perverso” y lo “endurecen como en el desierto, cuando sus padres me tentaron y provocaron, aunque habían visto mis obras”, como dice el Salmo…

Te pedimos, Señor,  que expulses a los demonios que enmudecen nuestro deber de alabarte y proclamar tus maravillas, a los demonios que nos ensordecen a tu palabra de Vida, a los demonios que no miran la grandeza de tus obras, con la fuerza del dedo de Dios, para que el Reino de Dios, tu hermoso regalo, llegue de una vez a nosotros.

Paz, Amor y Alegría para tu día y tu vida.

Miguel.