Contra los que desvirtuan la palabra de Dios

14 de marzo de 2012

Miércoles de la Tercera Semana de Cuaresma

Lecturas de hoy:

Deuteronomio 4, 1. 5-9 / Salmo 147, 12-13. 15-16. 19-20 ¡Glorifica al Señor, Jerusalén!

EVANGELIO

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     5, 17-19

Jesús dijo a sus discípulos: «No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice.

El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.»

Palabra del Señor.

MEDITACION

Nos toca un tiempo en que parece haber “supermercados de las ideas”: tomo una de aquí, otra de allá, algo de lo de más allá y armo mi cazuela ideológica. Y lo mismo sucede con las creencias religiosas. Ya no se usa tanto lo de llamarse “cristiano a mi manera” (que no es la manera de ser cristiano: se es a la manera de Cristo o no se es cristiano y punto), pero la actitud es igual.

Aunque esto tampoco es tan “moderno”: desvirtuar por comodidad, desidia, ateísmo práctico o intereses materiales una confesión religiosa, es un peligro que viene desde siempre.

El Señor apunta contra eso cuidando que sus discípulos no vayan a estarse haciendo la idea de que lo nuevo que Él traía anulaba los mandamientos y la Ley que su Padre había dado a su pueblo antaño. “Tengan bien presente que ha sido el Señor, mi Dios, el que me ordenó enseñarles los preceptos y las leyes que ustedes deberán cumplir”, es la admonición de Moisés en el Deuteronomio. En tanto el Salmo de hoy recuerda que “Revela su palabra a Jacob, sus preceptos y mandatos a Israel: a ningún otro pueblo trató así ni le dio a conocer sus mandamientos”,.

El mensaje es claro: no a abolir, sino a dar cumplimiento pleno; a despejar la maleza que se instaló en nuestro camino hacia Dios y guiarnos por el sendero correcto para vivir “los preceptos y las leyes que yo les enseño para que las pongan en práctica. Así ustedes vivirán y entrarán a tomar posesión de la tierra que les da el Señor, el Dios de sus padres… Presta atención y ten cuidado, para no olvidar las cosas que has visto con tus propios ojos, ni dejar que se aparten de tu corazón un solo instante. Enséñalas a tus hijos y a tus nietos”, como señala la primera lectura de hoy.

Háznos fértiles a tu Palabra de Vida, Señor. Despeja nuestras trabas y el peso que arrastramos y no nos permiten vivir felices tus mandamientos, que son paz, amor y alegría.

Paz, Amor y Alegría para tu día y tu vida.

Miguel.