Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

miércoles, 21 de marzo de 2012

Dios nos ama en su Hijo


21 de marzo de 2012
Miércoles de la Cuarta Semana de Cuaresma

Lecturas de hoy:
Isaías 49, 8-15 / Salmo 144, 8-9. 13cd-14. 17-18 El Señor es bondadoso y compasivo.

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan     5, 17-30
Jesús dijo a los judíos:
«Mi Padre trabaja siempre, y yo también trabajo.» Pero para los judíos esta era una razón más para matarlo, porque no sólo violaba el sábado, sino que se hacía igual a Dios, llamándolo su propio Padre. Entonces Jesús tomó la palabra diciendo:
«Les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por sí mismo sino solamente lo que ve hacer al Padre; lo que hace el Padre, lo hace igualmente el Hijo. Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace. Y le mostrará obras más grandes aún, para que ustedes queden maravillados.
Así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, del mismo modo el Hijo da vida al que él quiere. Porque el Padre no juzga a nadie: él ha puesto todo juicio en manos de su Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió.
Les aseguro que el que escucha mi palabra y cree en aquel que me ha enviado, tiene Vida eterna y no está sometido al juicio, sino que ya ha pasado de la muerte a la Vida.
Les aseguro que la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oigan, vivirán. Así como el Padre dispone de la Vida, del mismo modo ha concedido a su Hijo disponer de ella, y le dio autoridad para juzgar porque él es el Hijo del hombre.
No se asombren: se acerca la hora en que todos los que están en las tumbas oirán su voz y saldrán de ellas: los que hayan hecho el bien, resucitarán para la Vida; los que hayan hecho el mal, resucitarán para el juicio.
Nada puedo hacer por mí mismo. Yo juzgo de acuerdo con lo que oigo, y mi juicio es justo, porque lo que yo busco no es hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió.»
Palabra del Señor.

MEDITACION
Para que no nos perdamos con el lenguaje poético, teológico y con usos de hace dos milenios del evangelio de Juan, rescatemos lo esencial: “el Padre ama al Hijo… ha puesto todo juicio en manos de su Hijo. Así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, del mismo modo el Hijo da vida al que él quiere.” En resumen, el amor que Dios tiene por Jesús produce el regalo de amor para nosotros que es la resurrección y una vida más plena que la corriente. O sea, somos beneficiados por todo ese amor.
Una de las más bellas imágenes de ese amor de Dios que nos regala el Antiguo Testamento está en la profecía de Isaías que nos trae la primera lectura de hoy: “Sión decía: «El Señor me abandonó, mi Señor se ha olvidado de mí.» ¿Se olvida una madre de su criatura, no se compadece del hijo de sus entrañas? ¡Pero aunque ella se olvide, yo no te olvidaré!”. El Padre, identidad de Dios que es la gran novedad revelada por Jesús, tiene también entrañas (o ternura) de madre.
Pero, para tener la Vida eterna que otorga Jesús hay que “escuchar su palabra y creer en aquel que le ha enviado”. Sin olvidar que escuchar y creer debe manifestarse en hechos concretos: “los que hayan hecho el bien, resucitarán para la Vida; los que hayan hecho el mal, resucitarán para el juicio”. Porque “El Señor es justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus acciones; está cerca de aquellos que lo invocan, de aquellos que lo invocan de verdad” (Salmo) y el que actúa en contrario, por su propia voluntad se pone fuera o en contra del plan de amor de Dios para él.
Somos testigos, Señor de que eres bondadoso y compasivo, lento para enojarte y de gran misericordia; que eres bueno con todos y tienes compasión de todas sus criaturas. Por eso te damos gracias y te pedimos nos permitas dar testimonio de tu amor a quienes nos rodean a la vez de dar frutos de vida eterna. Amén.

Paz, Amor y Alegría para tu día y tu vida.
Miguel.

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