Pertenecemos a la Parroquia Santo Cura de Ars, atendida pastoralmente por la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos).

Nos ubicas en Pirámide 565, paradero 11 ½ de Santa Rosa. Comuna de San Miguel, Santiago de Chile.
Nuestras actividades se despliegan durante la semana; nuestra celebración dominical es a las 10:15. Bienvenid@s.





ATENCIÓN

A contar del 1 de Enero de 2013 las Meditaciones diarias del evangelio se encuentran en: http://pazamoryalegria.blogspot.com/

miércoles, 7 de noviembre de 2012

La fuente de la felicidad que quiere descubrirnos el Señor



7 de noviembre de 2012
Miércoles de la Trigésima Primera Semana Durante el Año

Lecturas:
Filipenses 2, 12-18 / Salmo 26, 1. 4. 13-14 El Señor es mi luz y mi salvación.

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     14, 25-33
Junto con Jesús iba un gran gentío, y él, dándose vuelta, les dijo: «Cualquiera que venga a mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi discípulo. El que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.
¿Quién de ustedes, si quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla? No sea que una vez puestos los cimientos, no pueda acabar y todos los que lo vean se rían de él, diciendo: "Este comenzó a edificar y no pudo terminar."
¿Y qué rey, cuando sale en campaña contra otro, no se sienta antes a considerar si con diez mil hombres puede enfrentar al que viene contra él con veinte mil? Por el contrario, mientras el otro rey está todavía lejos, envía una embajada para negociar la paz.
De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.»
Palabra del Señor.

MEDITACION
Solemos responder claramente que somos “católicos” o “cristianos” cuando se nos pregunta por nuestra identidad religiosa, pero ¿hacemos, de vez en cuando, el ejercicio de calcular si tenemos lo suficiente para “trabajar por nuestra salvación” (1L)?. Esto, teniendo presente que cada uno de nosotros puede decir «El Señor es mi luz y mi salvación […] El Señor es el baluarte de mi vida» (Sal), pero nos falta dar el paso siguiente: ser discípulos suyos.
Frente a este desafío planteado en el evangelio de hoy, habitualmente se hace énfasis en los sacrificios que conlleva (una especie de abandono de los demás por Él, además de la torturante imagen de “cargar la cruz”), con lo que se le da un tinte tan oscuro que se entiende que muy pocos anhelen seguir a este Señor.
Pero, si tomamos en cuenta el centro de su mensaje, que meditábamos el Domingo reciente, el amor, podemos entender de otra manera estas palabras y encontrar en ellas el gozo de vivir que transmitía Jesús.
Amarlo más que a cualquier relación humana es amar a Dios «con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas» (Mc 12,30) y cargar la cruz es vencer el egoísmo que pretende amarrar nuestras manos y pies para evitar que amemos al prójimo tanto como nos amamos a nosotros mismos (cf Mc 12,31).
Se dice que el amor es lo único que aumenta mientras más se da. Esa es la fuente de la felicidad que quiere descubrirnos el Señor, la que han hecho suya gente como el Padre Hurtado y la Madre Teresa, por ejemplo y muchos otros más en forma anónima y a los que celebramos el viernes reciente.

Contágianos tu manera de amar, Señor, para encontrar la verdadera felicidad, esa que no nos será quitada. Así sea.

Intentando llenar de Paz, Amor y Alegría nuestras relaciones con Dios y los hermanos,
Miguel.

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